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Ignore los precios accionarios récord y lo que eso parecía sugerir sobre el año que transcurre en Wall Street. La actividad ha sido tan lenta que muchos banqueros que se tomaron sus vacaciones en agosto se preguntaban si había alguna razón para que regresaran.
Eso ha cambiado de manera abrupta.
"Todos los productos que tenemos están mucho más activos después del Día del Trabajo que antes", dijo J.D. Moriarty de Bank of America Merrill Lynch, refiriéndose al día festivo estadounidense del 5 de setiembre.
No es el único que lo piensa. Dieciocho compañía planean empezar a cotizarse en la bolsa este mes y 100 más están preparándose, según Renaissance Capital, una firma de investigación.
Normalmente, un mercado bursátil al alza sería un estímulo para todos los rincones de las finanzas. Hasta el día festivo, sin embargo, la única área consistentemente activa este año había sido el mercado de deuda. Las tasas bajas llevaron a los solicitantes de dinero a emitir tantos bonos nuevos y a refinanciar tantos viejos como pudieron.
En otras partes, no prevalecía el optimismo. Los inversionistas parecían cansados de especular o escasos de fondos. Sus corredores se mostraban temerosos de alentar las operaciones debido a una nueva regulación enormemente compleja, conocida como "regla fiduciaria", introducida en abril. Los volúmenes de operación –y los ingresos por comisiones– eran débiles.
Ni los precios accionarios récord habían conducido a la serie habitual de ofertas públicas. En el 2013 y el 2014 se vieron más de 200 en cada año, y el 2015 empezó a un ritmo similar. Luego la actividad se congeló. Las compañías evidentemente encontraron el dinero que necesitaban en fuentes privadas, o decidieron que lo que necesitaban no valía la pena del creciente costo de registrarse en la bolsa. En el primer trimestre del 2016, solo se registraron ocho empresas. Esto aumentó a 59 para fines de agosto, pero eso siguió marcando un año débil.
Normalmente, los precios accionarios más altos y las tasas de interés más bajas también estimularían las fusiones y adquisiciones, pero estas han sido más raras también. Varios grandes acuerdos fracasaron debido a la intervención regulatoria, siendo quizá el más importante la alianza propuesta de Pfizer y Allergan, un esfuerzo por parte de la primera de trasladarse de un régimen de impuestos altos en Estados Unidos a uno de impuesto bajos en Irlanda. Las inquietudes antimonopólicas frustraron algunos otros acuerdos, como la propuesta fusión en diciembre del 2015 de Staples y Home Depot, dos grandes minoristas que enfrentan competencia en internet.
Muchos habían esperado que las cosas continuaran de la misma manera. La votación del Brexit en Gran Bretaña fue vista como un golpe a cualquier empresa que operara en Europa, y la desaceleración de China como un golpe a cualquiera que operara en Asia. La campaña electoral estadounidense puso nerviosas a las empresas en cuanto a las perspectivas de crecimiento y una regulación más adecuada.
De pronto, sin embargo, el estado de ánimo cambió, y sin ninguna razón obvia. Más bien, la antigua magia de las tasas de interés bajísimas y los precios accionarios altísimos parece estar funcionando al fin. Después de las sacudidas iniciales, la gente ha dejado de hablar del Brexit y de la desaceleración de China; o al menos han dejado de citarlos como razones para descarrilar acuerdos.
Los nuevos registros en la bolsa reflejan un espectro de empresas inusualmente amplio, desde Butterfield, un banco de Bermudas que empezó a cotizarse el 16 de setiembre, hasta las ofertas pendientes de Azur RX Biopharma, un desarrollador farmacéutico basado en Brooklyn; Valvoline, un productor de lubricantes para auto; ELF Beauty, que vende cosméticos de bajo costo, y varias compañías de software.
El mercado de las fusiones también está repuntando. Este mes se anunció un acuerdo enorme, el cual también podría enfrentar obstáculos antimonopolio: la adquisición por parte de Bayer, un gigante químico alemán, de Monsanto, la compañía de semillas más grande del mundo. Varios acuerdos más pequeños pero aún sustanciales también están en camino. Se rumora que The Honest Company, una empresa de productos para bebés creada hace solo cinco años por la actriz Jessica Alba, será vendida por mil millones de dólares.
Steven Chubak, analista en Nomura, aún estima que el mundo de la banca de inversión permanecerá débil durante el resto del 2016, pero mucho menos que a principios de este año.
Los banqueros que trabajan en fusiones, nuevas ofertas y demás se sienten más optimistas. Si uno les llama, la respuesta es una excusa incoherente; mientras se apresuran a tomar un vuelo. ¡Hora de despegar!