Por Carina Gómez - Country Manager
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Varios estudios muestran la importancia de la inspiración en los lugares de trabajo. En general muestran que los empleados reaccionan diferente cuando se encuentran con dificultades, de acuerdo al nivel de inspiración en el que se encuentren.
Si se encuentran por ejemplo con un muro que no los deja avanzar, los empleados satisfechos organizarán reuniones para discutir qué hacer con el muro. Empleados comprometidos buscarán alrededor alguna escalera para escalar el muro. Empleados inspirados romperán el muro para llegar al otro lado.
Los empleados inspirados presentan el doble de productividad que los simplemente satisfechos con su lugar de trabajo, o sea que un empleado inspirado vale por dos satisfechos.
Un estudio del 2015 realizado con 300 ejecutivos de empresas alrededor del mundo comparó los niveles de satisfacción, compromiso e inspiración con los de productividad.
Definitivamente un empleado inspirado está dispuesto a dar la milla extra. Pero, ¿cómo lograrlo? ¿Qué se necesita para lograr la inspiración?
Primeramente, es importante entender que éstos son estados progresivos y que deben darse en forma consecutiva. Es decir, un empleado debe primeramente sentirse satisfecho en su lugar de trabajo, para luego ir evolucionando hacia el compromiso y luego la inspiración.
Existen algunas necesidades detectadas en cada estado que podemos mencionar. Para que los empleados se sientan satisfechos, necesitan contar siempre con un ambiente de trabajo que sea seguro, en términos de la estabilidad laboral y con reglas claras. Necesitan las herramientas y recursos necesarios para hacer bien su trabajo, además del entrenamiento en la tarea o función. Otro requerimiento es la posibilidad de hacer su trabajo eficientemente sin un exceso de control y burocracia. Por último, es necesario ofrecerles valoración, reconocimiento y una remuneración justa. Si entregamos todas estas necesidades, los empleados se sentirán satisfechos y no tendrán la intención de dejar la empresa.
Para subir al siguiente nivel y lograr empleados comprometidos, además de todo lo anterior, es necesario hacerles sentir que son parte de un gran equipo que logra resultados extraordinarios. En este equipo, necesitan aprender y crecer cada día, percibiendo la preocupación de su empresa y de sus jefes por su desarrollo integral. Pero el compromiso realmente se sostiene cuando logramos mostrarles que su trabajo hace la diferencia y que genera un impacto en la organización, en los clientes y, más allá, en la comunidad.
Tener empleados comprometidos ya es una ventaja importante para una empresa, pero aún es posible dar un paso más y lograr la inspiración. Para llegar a este nivel es necesario vincular al colaborador con el sentido, con el propósito, y hacer que la misión de la empresa sea su propia misión personal. Esta labor debe ser impulsada por la organización, pero sostenida por los líderes, que son los encargados de encontrar este propósito en el día a día de sus equipos, conectando a cada colaborador con el sentido de su trabajo y con la empresa.
Cuando todos los elementos necesarios son ofrecidos y sostenidos en el tiempo, la inspiración puede ocurrir. Sin embargo, generalmente las empresas y sus líderes se enfocan en llegar a los números solamente, y en esta tarea ponen el foco en los recursos y las funciones, perdiendo de vista a las personas. El liderazgo inspirador pone al colaborador en el centro de la escena, propulsando así altos niveles de desempeño, innovación, creatividad y rentabilidad.
Si usted o su empresa no están ocupándose de inspirar a sus colaboradores a entregar su mayor potencial profesional y personal, están dejando dinero sobre la mesa.