Es un emprendedor apasionado por contribuir a solucionar los problemas sociales de nuestro país, utilizando la fuerza del mercado. Se trata de Bruno Defelippe (32), cofundador y Director Ejecutivo de Kóga Impact Lab (2012). Kóga es la primera empresa B certificada de Paraguay, que se dedica a promover el crecimiento de empresas de alto impacto, que combinan la innovación social y la estrategia de negocios para resolver problemas de la región.

¿Cómo se inició en el mundo empresarial?

–Desde que tengo memoria, tengo certeza de que quería emprender. Recuerdo como mis padres emprendieron en diversos proyectos y así también mi abuelo. Si bien siempre me interesó este sector, también me frustraba el hecho de que parecía estar desconectado de las oportunidades que habían que encarar en materia de desafíos sociales.

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Entre el 2008 y 2012, me encontré con Techo y me desempeñé como voluntario y gerente General de la organización. Cuando cumplí este ciclo, salí con las ganas de emprender desde el sector privado, pero buscaba hacerlo con alguna finalidad que vaya más allá del solo hecho de ganar dinero.

Cuando fui entendiendo el concepto de empresa social, me di cuenta de que eso era lo que estaba buscando, ya que combina rentabilidad con impacto social. Surgió la idea con otros amigos de crear una empresa social que genere otras empresas sociales. Lo que nos permitió unir las dos cosas que nos apasionan: el ámbito empresarial y el impacto social positivo, y así creamos Kóga, que en guaraní significa siembra, chacra, cultivo.

¿Cómo funciona Kóga?

–Kóga trabaja para promover el ecosistema de emprendimiento de impacto en Paraguay, y lo hace a través de distintas unidades de negocios que construyen este objetivo: Gramo, en donde celebramos y promovemos las ideas inspiradoras; Transformadores, donde formamos a los emprendedores y les damos las herramientas necesarias para emprender; Trampolín, una plataforma de concursos de innovación social; Loffice, unos espacios de trabajo colaborativo y el Impact Lab, que acelera e incuba emprendimientos. Además, estamos construyendo un mecanismo de inversión de impacto que conecte a emprendedores con formas de financiación más ventajosas.

Hace unos días fuimos premiados por B Lab, con el reconocimiento Best For The World (Mejores Para El Mundo). Este galardón reconoce a las Empresas B con modelos de negocios innovadores y revolucionarios que son las mejores para los colaboradores, para la comunidad y el medio ambiente, comprometidas con el impacto en las personas.

Actualmente, qué proyectos lidera?

–Actualmente soy director Ejecutivo de Kóga Impact Lab, la primera empresa B certificada del país. En Kóga somos un equipo de 14 personas. Además, recientemente asumí como director Ejecutivo de Sistema B Paraguay, una asociación civil sin fines de lucro que promueve a las Empresas B y busca la modificación del modelo de éxito en nuestra economía. Si bien ambas son organizaciones pequeñas, tenemos la característica de trabajar en colaboración con varios sectores de la sociedad y cientos de personas que contribuyen a los distintos programas que desarrollamos.

  • “Cuando fui entendiendo el concepto de empresa social, me di cuenta de que eso era lo que estaba buscando, ya que combina rentabilidad con impacto social”.
  • El éxito es ser feliz y sentir que uno tiene algo que aportar al mundo y a su entorno. Cada día más personas se dan cuenta de que lo económico no puede ser lo único que analicemos y evaluemos
  • –¿Qué es para usted el liderazgo y cómo debe ser un líder?

–Un líder debe ser una persona humilde, colaborativa e interdependiente. Debe buscar sacar lo mejor de las personas, enfocarse en sus fortalezas y desafiar los límites. Un líder tiene el gran desafío de lograr articular un equipo de trabajo donde se potencie la inteligencia colectiva.

¿Cómo lo aplica a su empresa y para con sus colaboradores?

–Lo mejor que uno puede hacer al liderar un equipo es rodearse de otros líderes, confiar en el equipo, reconocer los aciertos o éxitos y celebrarlos mucho más que los fracasos o errores. Por sobre todo, nunca pedir a alguien que haga algo que no quiere o sabe hacer. Impulsar a las personas a probar sus límites y descubrirlos para gestionarlos.

¿Qué es para usted el éxito, se considera una persona exitosa?

El éxito es ser feliz y sentir que uno tiene algo que aportar al mundo, a su entorno. Por un lado la sociedad nos enseña que muchas veces la mejor manera de medir el éxito es según el aspecto netamente económico. Sin embargo, cada día más personas se dan cuenta de que lo económico no puede ser lo único que analicemos y evaluemos. Si bien es importante y todos tenemos cuentas que pagar, nadie es feliz solo por tener dinero. Hoy son miles de personas las que valoran la integración de varios aspectos a la hora de medir el éxito, en mi opinión, son exitosos quienes aspiran a una vida feliz y por sobre todo a dejar el mundo mejor del que lo recibieron.

Puede decir que en su trayectoria ya cumplió con sus metas o tiene objetivos aún por cumplir, cuáles?

–Tengo 32 años y tengo muchísimo por aprender y crecer. Si bien es importante ponernos metas es aún más importante disfrutar del camino que nos toca recorrer. Hay demasiados desafíos por encarar y resolver. Espero que no nos quedemos sin metas que cumplir porque sería el fin de nuestra motivación para trabajar.

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