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El simulacro de fiebre aftosa, que está llevando a cabo el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) en el Chaco, apunta a tener los planes de contingencia preparados para medidas rápidas y efectivas en el caso de que surja un brote de fiebre aftosa en el territorio nacional.

Julio Pompei, técnico de la Organización Panamericana de Fiebre Aftosa (Panaftosa), explicó que este trabajo se realiza para que el servicio veterinario de Paraguay revele su plan de contingencia y que los personales están capacitados para una respuesta rápida ante una eventualidad. Enfatizó que se necesita que los personales estén listos y capacitados para una efectiva intervención.

Pompei explicó que para este simulacro se cuenta con una estructura compleja compuesta por grupos de tecnología, de comunicación, equipos de inspección, de sacrificio, de barreras sanitarias y equipos de logística. Panaftosa lo que hace es revisar las acciones técnicas y brindar las orientaciones necesarias, expresó.

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INVERSIÓN

El representante de Panaftosa expresó que la estructura de mantenimiento del estatus sanitario y el cuidado del patrimonio de la ganadería implica una importante inversión.

Sin embargo, los efectos de un brote de aftosa son muy grandes para un país como Paraguay, en el que el tercer mayor sector generador de ingresos por exportaciones es el pecuario. Paraguay tuvo su último brote de fiebre aftosa a principios del 2012 y los efectos económicos fueron bastante significativos.

En cuanto a la vacunación contra la fiebre aftosa, Pompei señaló que es una herramienta muy importante, pero que la tendencia apunta a levantar la inmunización y dar paso a otras herramientas como la vigilancia. La meta es que en un futuro, tras la evaluación adecuada de los riesgos, la región sea declarada libre de aftosa sin vacunación.

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