Carlos Pereira, presidente del Banco Nacional de Fomento (BNF), tras una auditoría de sorpresa, se detectó el faltante de G. 2.418 millones por el que ya fueron aprehendidos dos funcionarios en la noche del lunes. Se trata de Quino Centurión, jefe de Tesorería, y Víctor Ochoa, encargado de División, ambos derivados a la División de Delitos Económicos del Ministerio Público.

Pereira calificó el hecho como "extremadamente grave", ya que se trata de dos funcionarios antiguos de la institución, y advirtió que se revisarán las imágenes de circuito cerrado del banco para determinar si hay más involucrados en el caso.

Ayer en horas de la mañana los dos jefes del BNF estaban con sus abogados en la sede del banco estatal, junto con la fiscal Susy Riquelme, quien interviene en el caso para verificar los informes del arqueo de caja.

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"El banco es una institución solvente y, aunque este es un hecho que lamentamos, no hay peligro de pago para los funcionarios del Estado. Derivamos el caso a las autoridades de Justicia e iniciamos el proceso para el reclamo de la póliza de seguro", afirmó Pereira.

La Fiscalía también investigará a otros 18 funcionarios de la Tesorería del BNF para determinar si están o no involucrados con este hecho. Un dato llamativo es que hace 12 días el propio Pereira reconoció que se había detectado en otro arqueo sorpresivo el faltante de unos G. 28 millones y que el mismo Ochoa se hizo responsable; sin embargo, el funcionario no fue apartado del caso. "Estábamos en una etapa de investigación respecto a ese caso, por eso no podíamos aún apartarlo", señaló Pereira con relación al funcionario.

MONTO NO PUEDE SER MAYOR

El 97% del arqueo ya fue realizado, por lo que el titular del BNF no cree que el monto faltante pueda ser mayor al de G. 2.418 millones que fue detectado.

"Esta situación se produce justo cuando estamos realizando pago masivo", dijo el presidente de la banca estatal.

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