• Por el Ing. Rodolfo Grau, Profesional Pecuario

El sector pecuario nacional está pasando por un momento bastante delicado por diversos factores que están ocasionando diferentes realidades de producción, productividad, económica, social y hasta cultural del país.

Desde el 2003 al 2013 tuvimos un aumento sostenido del 5% anual del rebaño bovino y siguiendo esa proyección original, en pocos años más estaríamos con una existencia nacional de 20 millones de cabezas.

Sin embargo, nos encontramos con otro panorama por la disminución del hato en los últimos dos años y con un corto plazo incierto ya que podría continuar desafortunadamente esta tendencia.

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En cuanto a las exportaciones, en lo que va del año se activaron con 54 mercados diferentes, pero los precios de la carne paraguaya bajaron en un promedio de 9,4% en relación al año pasado.

Los retos son aumentar la cantidad de volumen exportado, seguir incrementando los mercados, lograr un mejor precio para el producto y en dicho contexto lograr un punto de inflexión la táctica que debería ser de acceder a los mercados premium tales como el Pacífico, China, Estados Unidos y aumentar los cupos a Europa. La estrategia para lograr dicho cometido podría ser el anhelado Instituto de Promoción de la Carne.

REFORMAS

Si queremos volver a aumentar o recuperar la tendencia del aumento del rebaño, debemos de realizar una transformación en nuestro sistema productivo. Para ello debemos de emprender una radical reforma de varios entes gubernamentales en instituciones tales como el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), donde deberíamos de reemplazar el mismo sistema vigente hace varias décadas con repetidos fracasos año tras año.

Ubicar a técnicos de primer nivel que conozcan la idiosincrasia del campo en sus múltiples facetas en cargos de decisión estimulando la meritocracia en vez de la dedocracia demostrando un signo de madurez de la clase política. Involucrar en esta lucha frontal contra el estancamiento productivo que solamente crea frustración y pobreza a distintas instituciones tales como el MAG, el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), el Instituto Forestal Nacional (Infona), el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), el Banco Nacional de Fomento (BNF) y los Ministerios de Salud y Educación.

Debemos impulsar alianzas estratégicas con el sector privado y entidades extranjeras para realizar programas sustentables y sostenibles.

Es fundamental incorporar innovación y tecnología, educación, financiación y programas de diversificación para dar una cadena de valor a los productos y que el productor rural tenga un rápido impacto en su economía familiar. Una muy buena opción es incorporar programas de integración agricultura – pecuaria y forestal. Como por ejemplo transformar los granos de maíz en sistemas de confinamiento de ganado en darle un plus a su producto primario.

Si queremos aumentar la eficiencia productiva y de producción debemos conocer cuáles son nuestros enemigos tales como el cambio climático, crimen organizado, falta de implementación de programas de buenas prácticas agropecuarias, entre otros.

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