• Por Emma Paoli, Presidenta del Consejo de Administración de la UPAP

Desde la investigación, con base en la calidad y pertinencia, las comunidades académicas y las científicas desarrollaron una serie de códigos para determinar la calidad de los productos de la investigación científica, como la presentación de los resultados en seminarios o foros, la consolidación de revistas científicas basadas en el arbitraje de pares a los artículos presentados para su publicación, la clasificación de las revistas de acuerdo con la prestancia de su comité editorial, la tradición de la misma, el rigor de los pares que revisan el arbitraje de los textos, ha conducido a establecer sistemas de indexación de las revistas y, con el desarrollo de la cienciometría, a determinar la importancia de las citaciones de los artículos publicados y la influencia y el peso de la revista en una determinada comunidad disciplinar.

Lo primero que se observa cuando un texto llega a una revista es de dónde proviene el artículo, qué grupo lo originó, la legitimidad del grupo y de la institución que lo produce, así como el nivel de formación de los autores.

A veces suceden casos extremos, como el que una persona que no tenga nivel doctoral y trabaje en una universidad pueda hacer importantes desarrollos en un campo disciplinar, y sin embargo tener dificultades de publicar el producto de su esfuerzo intelectual en una revista de primer nivel, mientras que una persona que tiene nivel doctoral y trabaja en una universidad prestigiosa, es posible que no encuentre dificultad en publicar aportes marginales.

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La tendencia es que exista una relación estrecha entre la calidad de las instituciones, la respetabilidad y legitimidad de los grupos de investigación y los niveles de formación de los investigadores y la calidad del trabajo producido.

Otro elemento en la investigación de la calidad es la circulación de sus resultados, aspecto íntimamente ligado a la pertinencia de la investigación, tanto del grupo como de los resultados.

Eso lleva al planteamiento de dos grandes problemas: (1) la inserción social de la investigación y (2) la utilidad de la investigación. ¿Cuál es la utilidad de la investigación en el contexto de la calidad de la Educación Superior? Puede ser múltiple.

Se puede escribir un artículo cuya utilidad sea la lectura de los pares académicos, quienes lo utilizarán como punto de referencia en su investigación, o puede ser de utilidad para los lectores de las revistas donde se va a publicar, o como fuente bibliográfica para la docencia, y aún ser de utilidad en el campo más aplicado si puede ser diseminado, por ejemplo, en el mundo de la producción, o ser de utilidad si se permite que estos resultados lleguen a un público global más amplio a través de los medios masivos de comunicación.

La utilidad está relacionada con la forma como circulan los conocimientos y con quién los va utilizar. No tendría utilidad ni pertinencia una investigación que no circule o que circule en los medios inadecuados. Por ejemplo, un artículo de física o economía teórica tendrían muy poca pertinencia y ninguna utilidad si fuera publicado en un medio masivo de comunicación, sería un artículo que muy pocas personas estarían dispuestas a leer.

En consecuencia, la pertinencia de la investigación está estrechamente relacionada con su inserción social y su utilidad.

Colaboración del Prof. Eugenio González.

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