Manila, Filipinas | AFP.
Los llamados a investigar al presidente filipino Rodrigo Duterte se multiplicaban este viernes tras unas explosivas acusaciones según las cuales habría matado en persona a un funcionario y ordenado el asesinato de un millar de personas cuando era alcalde.
Un hombre que se presenta como "asesino arrepentido" relató ante una comisión senatorial que Duterte había matado con sus propias manos a un investigador del ministerio de Justicia.
El "arrepentido", Edgar Matobato, también explicó que formaba parte de un escuadrón de la muerte que había asesinado a un millar de personas, delincuentes y opositores en Davao, por orden de Duterte, de 71 años, que era entonces alcalde de esta ciudad.
"Se trata de acusaciones graves, que tomamos en serio y examinamos" declaró Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.
La organización Human Rights Watch (HRW) pidió la apertura de una investigación de la ONU.
"No se puede esperar que el presidente Duterte investigue sobre sí mismo. Es pues crucial que Naciones Unidas se encargue" de hacerlo, declaró Brad Adams, director para Asia de HRW.
La comisión senatorial filipina investiga sobre los asesinatos de más de 3.000 personas, víctimas de la brutal campaña anticrimen lanzada por Rodrigo Duterte desde su llegada al poder a fines de junio.
El presidente filipino aún no se ha pronunciado sobre las acusaciones del "arrepentido". El ministro de Justicia, Vitaliano Aguirre, calificó su testimonio de atajo de "mentiras" e "invenciones".
Desde hace tiempo Rodrigo Duterte es acusado por las organizaciones de defensa de derechos humanos de haber desempeñado un papel en el asesinato de más de un millar de pequeños delincuentes en Davao, ciudad que dirigió durante cerca de dos décadas.