Michael Corkery
Wells Fargo dilapidaba disculpas el viernes, sacando anuncios en casi una docena de periódicos diciendo que el banco asumió "toda la responsabilidad" por la creación de cuentas bancarias ficticias sin el permiso de sus clientes.
El CEO del banco, John Stumpf, incluso llamó a un prominente demócrata en el Congreso para expresar su voluntad de asumir personalmente la responsabilidad por el desastre. El banco despidió al menos a 5.300 empleados y devolverá millones de dólares a los clientes.
Pero con sus reguladores bancarios, Wells Fargo no se mostraba tan arrepentido. El banco acordó pagar US$ 185 millones en multas y de contratar a un consultor independiente para revisar sus prácticas de ventas, pero pudo llegar a un acuerdo en torno a la investigación de las cuentas bancarias en duda sin admitir oficialmente cualquier sospecha mala conducta profesional.
Era como un clásico de Wall Street. Desde la crisis financiera, los reguladores ejecutaron decenas de procesos contra bancos y otras empresas financieras, castigándolos con decenas de miles de millones de dólares en multas y exigiendo que las empresas revisen sus prácticas de negocio. Sin embargo, con frecuencia, la intervención regulatoria se resuelve sin que cualquier banco haya admitido que incurrió en mala praxis.
Algunos funcionarios del Congreso y grupos de vigilancia gubernamentales dicen que los reguladores se muestran demasiado ansiosos en multar a las firmas solo para conseguir titulares en los medios y resolver el caso rápidamente antes que probar la culpabilidad de un banco en un tribunal. Demostrar que eran realmente falsas cada una de las 1,5 millones de cuentas bancarias que Wells dijo podrían haber sido no autorizadas podría tomar años de batallas judiciales para los reguladores.
"Es muy preocupante", comentó el senador Jeff Merkley, un demócrata de Oregón y miembro de la Comisión de Bancos. Fue durante una entrevista telefónica el viernes último. "Wells Fargo admitió que eran responsables pero, en realidad, no están asumiendo responsabilidad alguna, oficialmente hablando".
Merkley dijo que los líderes del Comité de Bancos del Congreso estadounidense debería celebrar audiencias sobre el escándalo de Wells Fargo. Él espera escuchar no solo el testimonio de los ejecutivos del banco, sino también de los reguladores sobre por qué se llegó a ese acuerdo, sin una admisión de culpabilidad del banco.
Los funcionarios republicanos del Comité de Bancos fueron informados por ejecutivos de Wells Fargo el viernes. El personal sigue recopilando información del banco para ayudar a los miembros del comité a decidir si el escándalo derivará en audiencias, dijeron personas con conocimiento del asunto.
Una portavoz de Wells Fargo dijo que, si bien el banco admite que creó cuentas cuestionables, no está de acuerdo con otros hallazgos de los reguladores bancarios, a saber, que el modelo de la cultura empresarial y los negocios del banco fomentaron este tipo de comportamiento.
"Reconocemos que ocurrieron estos casos y queremos ser muy abiertos acerca de esto y asegurarnos que no volverán a ocurrir", dijo Mary Eshet, la portavoz de Wells Fargo. "Pero esto no era parte de una estrategia intencional", añadió.
Los expertos legales dicen que no admitir sus malas acciones puede tener otro beneficio para Wells Fargo: ayudarlo a defenderse contra las demandas de los clientes afectados.
"Termina siendo un ganar-ganar", comentó Robert Hockett, profesor de la Facultad de Derecho de Cornell. "El regulador recibe algún tipo de pago por parte del acusado y el acusado consigue disminuir el riesgo de litigios particulares al no admitir la culpabilidad".
Wells ya tiene una serie de demandas por el tema de las cuentas falsas. Además de las 1,5 millones de cuentas bancarias falsas que los reguladores apuntan pudieron haber sido abiertas, habría un adicional de 565.000 cuentas de tarjetas de crédito que los empleados del banco pueden haber solicitado sin el consentimiento del cliente.
En algunos casos, los empleados del banco habrían transferido dinero de cuentas de depósito existentes de sus clientes para abrir otra. La cuenta no autorizada era luego rápidamente cancelada, pero el empleado del banco acreditaba para su meta el haber abierto una nueva cuenta bancaria.
Los reguladores añadieron que a los empleados se les dio incentivos económicos para abrir tantas cuentas nuevas como pudiesen, como parte de una agresiva cultura bancaria para hacer crecer el negocio.
Gran parte de la actividad ilegal tuvo lugar en California, incluyendo Los Ángeles y sus alrededores, donde el fiscal de la ciudad presentó una demanda contra el banco el año pasado por el tema de las cuentas dudosas. La Oficina de Protección Financiera del Consumidor y la Oficina del Contralor de la Moneda (parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos) luego se unieron para la investigación que se amplió a varios otros estados.
Como parte del acuerdo, Wells acordó pagar US$ 100 millones a la Oficina de Protección del Consumidor, la multa más elevada jamás impuesta por ese organismo.
Aún así, la multa palidece al lado de las sanciones de miles de millones de dólares que bancos como el JP Morgan Chase y el Bank of America pagaron para llegar a un acuerdo sobre investigaciones civiles de títulos hipotecarios incobrables que vendidos en el período previo a la crisis financiera.
"Wells está pagando lo que equivale a un par de boletos de estacionamiento por cada una de los 1,5 millones de cuentas", analizó Hockett.
Los reguladores dicen que la multa a Wells Fargo puede parecer pequeña en comparación, pero que la cantidad de daño financiero al consumidor es relativamente pequeño. Wells dijo que el reembolso promedio para los consumidores era de US$ 25.
Algunos reguladores se han comprometido a presionar para que más firmas financieras reconozcan oficialmente sus fechorías. En un discurso dado en el 2013, Mary Jo White, presidenta de la Comisión de Bolsa y Valores, señaló que en los tribunales penales, los jueces no aceptarían una declaración de culpabilidad a menos que el acusado admita la conducta ilícita. White agregó que, en el sector financiero, presionar a las empresas a admitir oficialmente sus acciones eran importantes para una rendición de pública de cuentas.
"Cualquiera que haya sido testigo de una declaración de culpabilidad entiende el poder de tales admisiones", dijo White en su discurso. "Se crea un registro inequívoco de la conducta y demuestra de forma inequívoca la responsabilidad del acusado por sus actos".
Dicho esto, todavía habrá veces en las que la agencia de valores podría resolver casos sin tales admisiones.
Esta misma semana, la SEC resolvió un caso con la empresa de inversión Raymond James sobre comisiones.
La empresa resolvió el caso "sin admitir o negar los hallazgos" de la agencia.
Matthew Goldstein contribuyó al reportaje.