Por Christian Pérez

"Mejor solo que mal acompañado", dicta una famosa frase y Guaraní no quiere compañía alguna en la cima. El aurinegro se impuso a Luqueño en su toldería y le tira toda la presión a Olimpia, que de no triunfar hoy ante General Díaz servirá para que el Aborigen disfrute de la punta de manera solitaria.

El equipo de Garnero protagonizó un primer tiempo perfecto. Seguro atrás, claro en el medio y contundente en ofensiva. No sufrió casi riesgos de un impreciso y muy tímido Sportivo Luqueño, que apeló a la fuerza, al choque, pero que quedó en ridículo cuando Guaraní le escondió el balón y movió de lado a lado.

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El aurinegro disfruta del talento de Camacho, juega a su ritmo, desequilibra cuando él quiere, pero eso también termina siendo contraproducente. El equipo no sabe cómo dañar si el "7" bravo baja la guardia.

La primera etapa fue del Aborigen, que ni siquiera se despeinó. Rodrigo López, tras un exquisito pase aéreo de Bogarín y Camacho firmaron un 2-0 que parecía definitivo, por las pocas ganas que mostraba el auriazul.

En la complementaria, Luqueño pareció sacudirse y llegó a poner el riesgo la cómoda ventaja del líder, que a pesar de manejar en gran parte el balón, careció de resolución. La suerte también le dijo "no", ya que dos zurdazos de Camacho terminaron en el travesaño.

El equipo de Félix Darío León descontó muy rápido. Jorge Núñez le devolvió las ganas al equipo con el 2-1. Medio minuto después, esta vez la suerte le sonrió al Cacique, salvado por el travesaño defendido por Aguilar.

Por inercia y necesidad, Luqueño fue arriba, atropelló con más ganas que ideas y eso no fue suficiente. Guaraní perdonó para liquidar de contragolpe, pero de igual manera no sufrió. Se aleja en la cima y extiende la racha de triunfos de Garnero.

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