Por: Cristóbal Nicolás Ledesma Salas

Periodista del Grupo Nación de Comunicaciones

Muy pocos daban chances de conseguir siquiera dos puntos en el primer combo clasificatorio para el Mundial de Rusia, en el retorno de "Chiqui" Arce al seleccionado nacional.

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Los tres puntos obtenidos supieron a mucho porque sobrepasó las expectativas pre partido y a poco, pos partido. Perder contra el bicampeón de América, aun jugando en casa, más que nunca estaba dentro de las posibilidades lógicas. Ya habiendo ganado el juego nos dimos cuenta que no éramos tan "malos" futbolísticamente y hasta nos vimos favoritos jugando en el Centenario.

La mala noche de los albirrojos y la tremenda efectividad de los charrúas nos dejó mal trechos, no precisamente por la derrota sino por lo abultado del marcador. De todos modos nos dejó una enseñanza que apunta a la madurez mental de quienes formamos opinión y del público en general. Con un triunfo o una derrota no termina el mundo.

"Demos vuelta la página", "estamos bien", "ganando en casa, clasificamos", "tenemos buenos valores", fueron las expresiones más escuchadas, muy lejos del dramatismo de otras veces tras un partido perdido. Y eso es el fútbol.

Nada es fácil en este largo camino a Rusia. Argentina empató con lo justo ante Venezuela, Chile igualó en casa con Bolivia, Perú derrotó a Ecuador y Brasil, sin que le sobre nada, venció a Colombia. Todos estos resultados favorables a las pretensiones de nuestra Albirroja. Ahora debemos apuntar a hacer lo nuestro en los siguientes combos, principalmente de local.

Debemos sacar provecho a los vientos de cambio generados por los comunicadores y que supo extenderse a los aficionados que llenaron el estadio para apoyar a la selección.

Mientras, debemos fortalecernos en casa en el retorno del torneo casero, capaz de regalarnos sorpresas muy agradables como el golazo de "chilena" de Mazacote, por ejemplo.

Viendo los partidos de los clasificatorios, de todo el mundo, los juegos de la Copa Sudamericana o los campeonatos de nuestros vecinos, nos damos cuenta que no hay rival invencible ni una diferencia muy marcada, ni a favor ni en contra, en la competitividad. El 6-0 de Cerro Porteño no indica que el azulgrana sea el mejor del continente, pero que sí puede utilizar ese triunfo como golpe sicológico para su propio crecimiento y para generar mayor respeto para el que siga en la fila.

Y ese va a seguir siendo La Materia, el examen final de siempre, para nuestros equipos. Lo demostró Paraguay ante el desmedido "crecimiento" con el que llegaron los chilenos al Defensores.

Le faltó a Libertad, a Sol y a Luqueño. En fuerzas parejas, saber jugar en casa es determinante. A nivel de clubes todavía nos cuesta brindar ese apoyo a nuestros equipos y en un país altamente futbolero, la falta de fe es grave.

El riverista que no fue a la cancha, no forma parte de la historia del 6-2 y menos del golazo de Mazacote; como tampoco lo es el paraguayo que creyó perdido el juego ante los chilenos, el día en que se le pinchó el globo a los verborrágicos comandados por el rey Arturo.

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