Por la Lic. Emma Paoli, Presidenta del Consejo de Administración de la UPAP.

La cobertura y equidad, frente a los parámetros de calidad de la educación superior, es parte del antiguo debate a los que se han introducido nuevos elementos.

Así, el derecho al acceso a la educación y a la ciencia, la constatación de las bajas tasas de escolaridad de educación superior en Paraguay, el crecimiento importante de la demanda por educación postsecundaria, son fenómenos que se han de acelerar en los próximos años, cuando terminen la secundaria las cohortes de estudiantes que resultaron de la consolidación de la Educación Escolar Básica.

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El incremento de la demanda por educación superior estará compuesto, en el futuro, por una alta promoción de estudiantes provenientes de capas pobres de la población, que históricamente no habían tenido acceso ni siquiera a la educación secundaria, modificando así, de forma apreciable, la situación actual, en la cual parte importante de los alumnos, incluidos los de las universidades públicas, definirán nuevas cohortes de estudiantes con características principales, tales como: un entorno social muy poco escolarizado, una muy difícil apropiación de la cultura académica y de las normas que la regulan, una subcultura que valora poco el trabajo intelectual y escasez de recursos.

Tales elementos han de poner en desventaja a estos estudiantes frente a aquellos provenientes de capas más escolarizadas, poseedores de ese subsidio cultural descrito. Frente a esta nueva situación, el Estado y la sociedad deben abrir el camino que se debe proseguir, y formular las políticas públicas pertinentes para llevarlas a cabo.

La búsqueda de soluciones fáciles como la inacción, dejar la educación superior a la dinámica del mercado significaría un desperdicio enorme de recursos y una fuente de tensiones sociales y políticas. Las acciones afirmativas, de corte populista, tales como abrir las universidades públicas a los estudiantes más pobres, por el solo hecho de ser pobres, conduciría, igualmente, a un enorme desperdicio de recursos y agravaría los problemas de equidad al desvalorizar la sociedad automáticamente los diplomas así obtenidos. Se requiere la construcción de políticas públicas, que manteniendo como eje central la calidad, puedan conducir a la ampliación de la oferta educativa postsecundaria.

Paraguay muestra, una de las tasas más bajas de escolarización en la educación superior en América Latina. El rápido crecimiento de la matrícula de la educación superior a partir de la década del '90, no logró reducir la brecha existente con respecto a países como Argentina, Chile, Costa Rica, Uruguay o Brasil. En América Latina, simultáneamente con el crecimiento de la tasa bruta de escolarización, se ha producido una profunda mutación en el área de las preferencias de los estudios superiores.

Colaboración: Profesor Eugenio González.

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