La Colmena. Departamento de Paraguarí.
En la oficina de la Asociación Cultural Paraguayo Japonesa de La Colmena, departamento de Paraguarí, Ana Kanazawa trabaja arduamente preparando invitaciones y recomendaciones para la visita de la princesa Mako. El protocolo riguroso es una característica de la visitante y la comunidad local no quiere fallar. Así que todo el empeño está puesto en que los detalles de la visita se verifiquen para que las cosas vayan correctamente.
Nelson Tomoyoshi Negisi es el presidente de la entidad y recuerda que muchas vicisitudes pasaron los japoneses migrantes desde aquel 14 de mayo de 1936 en que llegaron a lo que hoy es La Colmena.
"Mi abuelo tardó dos días en carreta en llegar desde Yvytymí, me contaba que por el mal tiempo", dice mirando el monumento que conmemora los 80 años que pasaron desde entonces.
De belleza minimalista, la pieza escultórica agrupa 8 piedras que simbolizan las 8 décadas, agrupadas de acuerdo a cómo se fueron dando los esfuerzos de aquellos pioneros. "Las primeras tres décadas fueron muy difíciles, las siguientes dos fueron de moderado crecimiento y después ya se da un despegue", cuenta Negisi mostrando la placa conmemorativa que honrará la visita de la princesa Mako.
El directivo cuenta que son 105 las familias descendientes de la colectividad nipona que habitan la localidad, en total unas 480 personas en su mayoría dedicadas a la frutihorticultura, aunque también algunos se dedican a la apicultura.
Un dato a tener en cuenta es que un total de 150 personas se encuentran actualmente trabajando en el Japón. "Mucha gente va y después viene a disfrutar de la tranquilidad del campo aquí", dice Nelson que también fue uno de ellos. "Estuve durante 10 años trabajando en una fábrica de autopartes", recuerda.
Ese ida y vuelta fue generando un vínculo fuerte que se espera alguna vez se traduzca en inversiones japonesas en la zona. Por lo pronto "tenemos ayuda de la Agencia de Cooperación (JICA) para un proyecto de desarrollo comunitario que viene avanzando", apuntó.
Asistencia técnica a los productores, apoyo en la comercialización, fortalecimiento de la cooperativa, aparecen como las principales demandas de la gente.
El crecimiento de la Expo Fruta, que se hace todos los años en diciembre, y las ferias en la plaza central que se realizan todos los sábados aparecen como avances en esta comunidad que fue bautizada como La Colmena por los pioneros japoneses al poco de darse cuenta que la manera de transformar aquella selva en su lugar en el mundo era "trabajando como abejas".