La tendencia a la falta de competitividad de China y Brasil -por sus altos costos- beneficia a Paraguay, que es una economía pequeña. Así lo manifestó Eduardo Almeida -representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Paraguay- al contextualizar las ventajas del país dentro del nuevo panorama mundial.
Almeida señaló que el caudal energético,la disponibilidad de mano de obra y las ventajas para la inversión ponen a Paraguay por delante de potencias a la hora de convertirse en sede de maquilas e industrias. Pero que el país debe ir a la caza de rubros específicos que permitan impulsar a sectores que están en crecimiento.
Industrias creativas
El expositor -que formó parte del Panel Económico del Paraguay y la Región- resaltó el auge que viven las industrias creativas nacionales. Recordó que productos generados en el campo audiovisual son premiados en grandes festival es internacionales.
Eduardo Almeida reconoció que si bien la llamada economía naranja no tiene un impacto tan notorio como las industrias de los granos o la carne, es muy rica.
"Está ligada al conocimiento y a la juventud que Paraguay no puede desaprovechar. El centro histórico debe convertirse en un distrito dedicado a estas actividades", agregó.