Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro. MBA
Todo lo contrario, los han encontrado lo suficientemente fortalecidos haciendo que tanto el ROE como el ROA a julio/2016 a nivel de nuestro sistema hayan sido superiores a la media de las entidades que operan a nivel regional.
Es por ello que tanto los bancos como las financieras, como parte de su proceso de análisis y evaluación de riesgos de créditos no deben fijarse solamente en la eventual fortaleza de las cifras del Balance de Situación y Cuadro de Resultados de sus clientes, dado que éstas son eminentemente estáticas, en cambio el mercado en general opera en forma dinámica y siempre estamos expuestos no solo a lo que ocurre a nivel doméstico sino también en los demás países de la región y porque no también de extra-región.
Es por ello que los aspectos cualitativos de las empresas (capacidad gerencial, experiencia de los mismos, conocimiento del ramo explotado, entre otros) tienen un peso importante al momento de tomar una decisión crediticia.
- Y aunque ya estamos en pleno siglo XXI sigue todavía llamando la atención, es que algunas entidades les siguen dando un peso importante a las garantías.
Y aunque ya estamos en pleno siglo XXI sigue todavía llamando la atención es que algunas entidades les siguen dando "un peso importante" a las garantías, cuando que bien sabemos que las mismas son eminentemente accesorias y siendo por ende la capacidad generadora de fondos de las compañías o clientes personales, los que nos tienen que servir de vara de medición para el potencial recupero de nuestro capital e intereses que vaya devengando los créditos que han sido desembolsados.
Sabemos que hasta ahora la principal fuente generadora de ingresos de las instituciones financieras siguen siendo los negocios crediticios, pero es muy bueno que los directivos de las mismas vayan reinventándose en forma continua a través de la creación de otros productos y servicios no crediticios que los complementen y que puedan servir de un "contrabalanceo" importante ante problemas y/o disminuciones en los niveles de créditos otorgados tanto por los bancos y financieras.
Por suerte estamos viendo un mayor nivel de bancarización por parte de los clientes, a través de las ventajas que nos ofrece la Banca electrónica, y también el crecimiento de los corresponsales no bancarios, permitiéndoles hacer una reingeniería de su estructura de costos y gastos que les permitan poder equilibrar mejor los periodos de "vacas flacas" que puedan darse y que es normal en cualquier tipo de economía, pues los periodos de bonanza nunca son permanentes.