Por Juan Luis Ferreira, socio ADEC
Los estudiantes de la UNA están introduciendo la discusión de la "revocatoria de mandato". Figura polémica, imperfecta, pero interesantísima de analizar en un país en el que todos nos atornillamos a las sillas, que ni siquiera son nuestras. Algunos queremos creer que somos eternos y una de las argucias para autoconvencernos que somos siempre necesarios es lograr que los problemas sean eternos.
Reflexionemos sobre algunos ejemplos de lapsos de tiempo, más o menos aproximados: para consolidar un nuevo rumbo, Singapur, Taiwán y Corea del Sur necesitaron entre 50 y 70 años; Chile trabajo 20 años para exportar a Europa sus productos estrella; para ser referencias en educación, Chile y Costa Rica no durmieron 20 años; para ser referencia mundial de innovación y tecnología, Israel se preparó 30 años; y pasaron 20 años para que la carne paraguaya de exportación tenga competitividad mundial.
Desde el siglo pasado, todos los ejercicios para llegar a un Paraguay sosteniblemente mejor han hablado del 2030, como mínimo, siempre y cuando se den las acciones y los resultados correctos. Quizás números desmotivantes, pero sería aún más grave retroceder. En resumen, la paciencia y la perseverancia son obligatorias.
Es una gran época para medir el patriotismo, y no por la selección nacional y las Eliminatorias, sino porque se habla del Presupuesto General de Gastos de la Nación.
Quizás aparezcan, como todos los años, aparecerán los gastos rígidos, acuerdos colectivos, derechos adquiridos, cartas orgánicas, obligaciones internacionales, y manifestaciones públicas. Todos estos términos aluden a aspectos válidos y respetables pero también sirven de pretextos perfectos para que todo sea legal, todo siga casi igual y también para que no se pueda hacer ninguna mejora inmediata, como por ejemplo, que la tercera parte de la policía deje de estar acuartelada.
En la próxima discusión del Presupuesto 2017, lo que no podemos pedir es tiempo. No lo permiten nuestras urgencias. Si la corrupción, la impunidad, la salud y la inseguridad necesitan 2 o más períodos presidenciales, ¿qué hacemos mientras tanto? Necesitamos conciliación y coraje para que este año se sienta el juramento ante Dios y el compromiso con la Nación.
Nuestro mayor desafío no es disminuir la pobreza ni la ignorancia, es vencer nuestro egoísmo. Lo afirmo inspirado en las palabras de la Madre Teresa. El egoísmo que hace que 14 conceptos de beneficios nos parezcan irrenunciables a algunos funcionarios públicos y el egoísmo que hace que muchos empresarios estemos aún muy lejos de propiciar un marco de comercio justo. El egoísmo que hace que cuando hacemos una factura le carguemos el IVA a nuestro cliente, con razón o sin ella, y sin preocuparnos si puede deducirlo.
Que Dios nos ilumine para mejorar nuestros exámenes de conciencia, tomar las decisiones correctas y usar adecuadamente el dinero ajeno.
Fuente: es.aleteia.org