Y era guapo contra guapo, macho contra macho, dijo Francisco Arce en la previa. Y Paraguay fue más guapo, más macho. Eso lo demostró en los primeros minutos del partido, donde decididamente la Albirroja salió a comerle las piernas a los chilenos, quienes desconcertados no encontraban la manera de salir y eso desencadenó en el primer gol.

Error forzado en la salida chilena por la gran presión de Moreira, quien recuperó y cedió para Óscar Romero, quien metió un zurdazo increíble e imposible de atajar para Christopher Toselli, golero trasandino, que se tiró pero ni si llegaba iba a poder taparlo por la violencia que llevaba el remate.

Apenas iban 5 minutos de partido. En el siguiente ataque, conseguido nuevamente por un atosigamiento de los nuestros, se ganó un córner, que Víctor Ayala lo puso en el segundo caño para que la vuelvan a meter contra el medio y ahí, así como en el 2007 en Chile, Paulo Da Silva, con la cabeza, la mandó a guardar para hacer efectiva la presión diabólica que ejerció el equipo de "Chiqui" en los primeros minutos.

A los 8' Paraguay ya ganaba 2-0 y después sacó el pie del acelerador. Eso favoreció a Chile porque comenzó a mover la pelota como le gusta. Le alcanzó para el descuento (de Arturo Vidal) pero nada más.

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