Por Cristhian Pérez

Paraguay estuvo gigante tanto por arriba como por abajo para escribir una bella historia en las eliminatorias. Santander y Gómez en una acción ofensiva.

Santander y Gómez en una acción ofensiva.[/caption]

Al paraguayo nunca hay que subestimarlo porque te deja en ridículo en el momento menos esperado. Todos en Sudamérica lo saben, pero Chile, incrédulo, tuvo la desgracia de volver a ratificar en carne propia.

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Una Albirroja llena de coraje, garra, con la dosis suficiente de fútbol le dio un baño de humildad a "la mejor selección del mundo", en las narices de Arturo Vidal, un contra jugador tremendo, que no supo aguantar el desafío de "Chiqui" Arce: salir airoso en el "guapo contra guapo" y se sabe que a un guaraní no se le puede ganar en garra y actitud.

Paraguay disfrutó de un primer tiempo agridulce. Un inicio perfecto, mejor de lo planeado, con un 2-0 inimaginable ni por el más optimista paraguayo antes de los diez minutos y luego de los 15 comenzaron los momentos incómodos.

Era predecible, enfrente estaba la bicampeona de América, que en principio no supo digerir una derrota muy prematura, pero que luego comenzó con su fútbol control y obligación moral, metió a Paraguay en terreno propio.

Tras un comienzo acelerado, ansioso y con mucha imprecisión, Óscar Romero calmó la presión a los 5', con un gol que tuvo el sello de esa zurda mágica tan elogiada. Remate en la cabecera del área, Toselli hace un amague estéril y la pelota terminó gozando en el ángulo del arco chileno, para el goce de todo un país.

El inicio mágico no acabó ahí, ya que tres minutos después, Paulo da Silva extendía el placer albirrojo con un soberbio testazo. Sí, el gran capitán aparece otra vez ante Chile, su víctima predilecta.

descuento llegó con la fórmula menos pensada. Vidal, de cabeza puso el 2-1 y los recuerdos del duelo ante Ecuador y Brasil venían a la mente de todos.

Paraguay le perdonó la vida al rival al inicio de la complementaria. En cinco minutos creó nuevamente tres situaciones claras de gol para sentenciar el juego y disfrutar por fin del trámite. Pero no, en el pergamino albirrojo el sufrimiento siempre está escrito.

El reestreno de Arce no podía ser mejor. Acertó en todas las movidas. Cambió de hombres y de tácticas para controlar a un rival posesivo, pero sin profundidad. Del 4-4-2, pasó al 4-5-1 para tomar el medio y luego candadeó la defensa con Valdez, adelantando más a Moreira.

Se sufrió más por el estrecho margen en el resultado, que por el rival en el segundo tiempo. Chile se desinfló sobre el final y para no perder la costumbre, Medel vio la roja sobre el final.

¡Paraguay está de vuelta y que lo sepa toda Sudamérica!

El espejo de los “Melli” Romero, Óscar y Ángel, tras el golazo del primero para abrir el camino de la victoria de Paraguay.

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