Brasilia, Brasil. AFP.
Entre lágrimas, gritos y referencias a Dios, el Senado brasileño se adentró en el debate final antes de decidir este miércoles si destituye a Dilma Rousseff, un desenlace que todos ya dan por sentado en Brasil. "El impeachment es un remedio constitucional al que necesitamos recurrir cuando la situación se revela especialmente grave", señaló la abogada de la acusación, Janaina Paschoal.
"Fue Dios quien hizo que, en el mismo momento, varias personas percibieran lo que sucedía en el país", añadió esta abogada en sus argumentos para probar que la primera mujer en presidir Brasil violó la Constitución al manipular las cuentas públicas y que por eso debe dejar la presidencia. Pero el abogado defensor de la presidenta, el ex ministro José Eduardo Cardozo, destacó que una destitución de Dilma Rousseff sería "una pena de muerte política".
Tan dramático ha sido este juicio en Brasil, que durante las sesiones de este martes, tanto el abogado de defensa como de la acusación, lloraron. Combativa, serena y por momentos sonriente, la presidenta brasileña se defendió el lunes durante más de 14 horas, en una sesión histórica en la que que reiteró su inocencia y afirmó ser víctima de un "golpe" para reemplazarla hasta fines del 2018.
"No acepten un golpe que en vez de solucionar, agravará la crisis brasileña", pidió Rousseff al pleno de 81 senadores, convertidos en gran jurado. "Pido que voten contra el impeachment", exhortó durante la sesión que sacó a la luz todos los problemas que afectan a la sociedad brasileña: una crisis económica galopante y una corrupción endémica.
Tras los alegatos de la acusación y la defensa, debatían ayer los senadores en una sesión que promete durar horas. Una vez finalizadas las deliberaciones, los senadores decidirán este miércoles si Dilma Rousseff es condenada.
Rousseff fue suspendida de su cargo el 12 de mayo y asumió de forma interina su ex vicepresidente Michel Temer. Si todo sale tal como pronosticaron los sondeos, será este político conservador, de 75 años, enemigo acérrimo de Dilma, quien se convertirá en presidente de Brasil. Para ello, se requiere el voto de 54 senadores.
Fin de 4 ciclos
de poder del PT
El "impeachment" probablemente cerrará cuatro ciclos en el poder del emblemático Partido de Trabajadores (PT), referencia regional de la izquierda.
Un final trágico para esta organización nacida en los años 80 por movimientos sindicales liderados por "Lula" y conocido en el mundo por exitosos programas sociales. Y también para esta ex guerrillera de 68 años, curtida de batallas, que gobierna Brasil desde el 2010 y que heredó un país en pleno boom económico, motor de crecimiento en la región.
En esos años dorados, el país fue elegido para celebrar los Juegos Olímpicos del 2016 y la Copa Mundial de Fútbol del 2014. Pero su imagen ha sufrido un fuerte desgaste a la par del deterioro de la economía, el crecimiento brutal del desempleo y la inflación. Las revelaciones de una trama delictiva en torno a Petrobras, que le costaron a la petrolera más de US$ 2.000 millones, fueron la gota que derramó el vaso.