Por Pedro Gómez Zorrilla

Luqueño anda muy mal. Fue goleado en Colombia por la Copa Sudamericana ante Independiente Medellín y ayer fue humillado en su propia casa por Capiatá 4 a 0 , aunque la diferencia debió ser mayor, porque la superioridad de los escoberos fue notable.

Mario Saldívar, de pésimo trabajo, hizo el primer gol para Capiatá en contra. Intentó rechazar el balón, pero lo único que hizo fue vencer a su golero, José Aquino. Luego Roberto Gamarra, quien aprovechó el desconcierto de los discretos defensores luqueños, anotó el segundo tanto.

Gustavo Romero, quien reemplazó al sub 19, Fredy Vera, hizo los dos restantes, y posteriormente se perdió otros más. Muy buen trabajo de los pupilos de Víctor Genes y Cerro Porteño deberá prepararse bien para el venidero compromiso, de lo contrario le espera un duro revés.

El adiestrador auriazul, Eduardo Rivera, tiene sus horas contadas, porque la goleada sufrida ayer golpeó fuerte y los dirigentes en cualquier momento podrían mostrarle la puerta de salida. Es un gran profesional, mejor persona, pero no le salen las cosas en Luqueño y eso determinaría su eventual despido.