Por Laura Morel

lmorel@lanacion.com.py

El lobby del hotel estaba lleno de jugadores y dirigentes de diferentes países, que esperaban a que los recogieran para ir al aeropuerto. De repente, dos jóvenes ingresaron por la puerta principal y todos giraron hacia ellos. Sin importar que no hablaran el mismo idioma, se acercaron a saludarlos, a pedirles una foto, a felicitarlos y a elogiarlos.

Eran Fernando Lugo, más conocido como Chore'i, y Esteban Dávalos, los paraguayos que un día antes se consagraron flamantes campeones del Mundial de Futevolei Rio 2016. Es decir, de piki vóley, tras pasar invictos la fase de grupos (18x4 ante Bolivia, 18x11 ante Portugal y 18x4 ante Alemania), ganar por WO a Túnez en octavos, por 18x6 a Francia en cuartos, 18x12 a España en semifinales y 2-0 a Brasil en la gran final.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

A sus 22 y 23 años, respectivamente, Chore'i y Esteban pasaron de ser los casi desconocidos que ingresaron a ese mismo hotel días atrás, a las celebridades que inclusive recibieron una invitación del mismísimo Ronaldinho Gaúcho para ir a su casa a jugar con él.

A la espera de que los buscaran estaban cuando concedieron la entrevista a La Nación Digital, en una ronda de tereré que ansiaban poder disfrutar, tras finalmente haber ido a visitar el famoso Cristo Redentor.

"Cuando entramos el primer día no era tanto así. Pero ahora que somos campeones, la gente ya nos ve como ídolos, digamos", confiesa Chore'i, luego de comentar en el dulce idioma guaraní, que le sale del alma aun cuando la intención es responder en español, que "así me dicen, porque siempre juego en Asunción".

Esteban coincide con él recordando que "llegando aquí, nadie nos conocía. Sabían que Paraguay era uno de los favoritos del torneo, pero al vernos nos miraban diferente, porque aquí todos los jugadores son más grandes, físicamente están bien desarrollados, más preparados. Físicamente no daban nada por nosotros. Nos miraban y decían: ¡Qué van a ser favoritos ellos!"

Pero las cosas comenzaron a cambiar a medida que transcurrían los partidos. En el debut frente a Bolivia "no fuimos lo que ellos esperaban", asegura Esteban, pese a que ese juego Paraguay lo ganó por el inobjetable marcador de 18x4.

"Pero fuimos plantándonos, conociendo más la cancha, la 'quadra', que es como ellos dicen acá. En cada partido tuvimos mejoras hasta que jugamos contra Francia en cuartos, donde hicimos un partido buenísimo. Prácticamente ni dimos chances al rival", relata.

Con una actitud ganadora que transmite a cada paso que da, Chore'i va un poco más allá y no duda en manifestar que el respeto de los adversarios llegó cuando vieron el talento guaraní desplegado en la cancha. "La verdad que nosotros jugamos muy bien y casi la mayoría de los países que participaron del Mundial apenas está empezando. Digamos que no son rivales para nosotros. Solamente Brasil, España y Francia juegan mejor", explica.

Un sueño posible

Para el campeón de Choré, que según el presidente de la Federación Paraguaya de Futvoley, Sergio Brítez, "jugó el mejor partido de su vida en la final", llegar al título nunca fue un sueño lejano. "Siempre imaginé, porque nosotros jugamos muy bien. Sabíamos que podíamos conseguir algo, sí o sí íbamos a llegar a la final o a cuartos. Solamente Brasil era el principal rival", indica, sacando a relucir nuevamente su autoestima ganadora.

"Muchos dirán que nos iban a temblar las piernas", recuerda Esteban sobre la gran final. "Entramos tranquilos y nunca pensamos que el rival era más grande, porque sabíamos de nuestra capacidad, porque estábamos por encima de ellos. Ellos pueden tener más físico, entrenar más, pero es muy difícil llegar a la capacidad que tenemos", agrega.

Tras recordar que el rival (Aguiar y Tatá) fue campeón del mundo en cinco ocasiones, Chore'i reconoció que en su momento temieron que la localía jugara a favor de los mismos. "Pero gracias a Dios pudimos ganar, con mucha garra y energía".

Lo mismo que destacó Esteban, recordando que "el equipo rival daba como ganado el partido, ya que nos vieron haciendo un torneo flojo y a ellos ni diez puntos les hicieron. Pero fuimos mejorando y pusimos garra, que es lo que caracteriza al paraguayo. Fuimos los únicos que de una les pasamos (18x8 y 21x20, la final se juega al mejor de tres sets)".

Sergio Brítez, presidente de la Asociación, Esteban, Chore'i y el DT Arnaldo González, el equipo campeón mundial. Foto: Laura Morel.

No hubo lesión que los frenara

Fernando y Esteban juegan juntos desde hace casi cuatro años. Se conocen de memoria. "Eso es lo que tiene una dupla, uno sabe qué hacer cuando el compañero entra, sale o se siente mal", destaca Dávalos, para referirse luego al valioso trabajo del entrenador Arnaldo González.

"Bastante, ya que de afuera se ve todo y él nos indica cómo se planta el rival, cómo se está parando, aparte de dar ánimos. Todo el tiempo estuvo alentando, incluso salió afónico. Fue una ayuda bastante importante para lograr el campeonato", afirma.

Pero este trío no solo tuvo que lidiar con los rivales y con el público brasileño, que en la gran final estuvo del lado contrario. Hubo un rival mucho más complicado al que no pudieron vencer, pero lograron convivir con él. Se llama "lesión".

"Lo más difícil fue jugar en la arena tres días y bajo un intenso calor, ya que en Paraguay se juega de noche y en tierra firme, no en la playa. Pero, una vez que nos adaptamos a eso, llegaron las lesiones. Antes de la final, los dos estábamos lesionados. Yo me lesioné en la final. Aún así, conseguimos el objetivo", relata Chore'i.

"El momento más duro fue cuando me lesioné, que no fue en el torneo", dice a su vez Esteban. Terminando una de las jornadas fui a jugar a la playa y me lesioné. Lamenté muchísimo porque por eso podría quedar fuera del Mundial, y por irresponsabilidad, ya que no está permitido. Pero como a los paraguayos nos gusta jugar bastante por apuesta, prácticamente tuve la obligación de jugar", confiesa sonriendo, para de inmediato recuperar la seriedad y recordar que "esa noche le pedí a Dios que me ayude a llegar bien a la final, y así fue".

Para el pueblo y sin rencor

Fernando y Esteban, que un día después de haberse consagrado campeones todavía andaban mostrando evidentes signos de dolor en las piernas, dedicaron el título mundial, el segundo que consigue Paraguay tras el ganado en 2011 con Romerito a la cabeza, a sus compatriotas.

A Chore'i le costó incluso encontrar las palabras para dirigirse a su pueblo. Se emocionó, tomó aire y habló de sus sentimientos: "Estoy muy feliz, no puedo describir como me siento, estoy muy emocionado. Significa un logro bastante grande en mi carrera, en mi vida, ya que mundialmente se ve esto.

Esteban, que agradeció y celebró que "hubo gente que vino de Paraguay y compatriotas que viven en Curitiba y Sao Paulo a apoyarnos", dijo sonriendo: "Más felices que nosotros no creo que estén. Son palabras difíciles de expresar. Esto va dedicado a ellos, a los que confiaron y también a los que no".

Es que esta delegación nacional no la tuvo fácil para llegar al Mundial. "Tuvimos muchísimos problemas para llegar. Nadie nos apoyó. Teníamos una organización y de a poco íbamos gastando nuestro dinero para practicar en la arena. Es mucho el gasto para venir hasta acá. Tienen que apoyar más este deporte, más ahora que somos campeones", afirma Chore'i.

Sin embargo, ni él ni Esteban guardan rencor hacia quienes les cerraron las puertas. "Cuando terminó el partido yo pensé en toda esa gente que siempre nos apoyó, como también en los que estuvieron en contra y decían que no éramos los indicados para el Mundial, pero sin rencor. Yo nunca me consideré mejor jugador", indica Esteban, quien también pensó en su madre, "que siempre estuvo apoyándome desde lejos con sus oraciones, y en mi familia".

"Esto no termina aquí, sino que continúa, ya que habrá más juego y creo que seremos los mejores, porque en algo tenemos que ser los mejores. Paraguay va a llegar todavía más lejos en este deporte", sentencia Esteban Dávalos, quien junto a Fernando Chore'i Lugo conquistaron la arena de Río de Janeiro tumbando a los dueños de casa.

Dejanos tu comentario