El pasado lunes 22, el obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Mario Melanio Medina, dispuso la remoción del sacerdote italiano Sergio Cámpara del cargo de cura párroco de la Basílica Menor Nuestra Señora del Pilar, de la ciudad de Pilar. La acción generó el rechazo de fieles de la localidad, quienes atribuyen el hecho de una supuesta represalia por parte del prelado, dado que el sacerdote no cumplió el plazo previsto para su misión en Pilar.

La arbitraria medida obedecería a que Medina se había sentido molesto porque el sacerdote recibió un aporte de G. 110 millones por parte de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), dinero que sería destinado a trabajos de refacción, embellecimiento e iluminación de la referida Basílica Menor.

En la entrega del aporte, acto al cual entre otros asistió el diputado por Ñeembucú y presidente de la Junta de Gobierno, Pedro Alliana, el cura párroco expresó su agradecimientos por el aporte recibido para la realización de los trabajos y destacó que finalmente las autoridades hicieran posible la ayuda que además alcanzaría para la adquisición de un proyector lo cual había solicitado ya hace 4 años, sin obtener respuesta alguna.

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Según comentan los pilarenses, el pasado lunes el padre Vicente Soria Fleitas, de la provincial de la Congregación Redentorista, se traslado hasta la Basílica Menor Nuestra Señora del Pilar, donde se reunió esa noche con el padre Cámpara, ya al día siguiente, pasada la media mañana, le habían trasladado sin dar motivos ni señales sobre dónde le habrían llevado.

Para los feligreses resultó muy llamativo que Cámpara no se despidiera de sus fieles y ni siquiera llevara a su nuevo destino sus pertenencias, incluso medicamentos contra la diabetes e hipertensión. Ante el reclamo de los fieles, la Provincial remitió una nota en la cual comunicaban que el cura fue trasladado a la Comunidad Marianela, de Atyrá.

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