• Por: Cristóbal Nicolás Ledesma Salas, Periodista del Grupo Nación de Comunicaciones

El 28 de agosto no es una fecha cualquiera para nuestro país y más a los asociados al mundo del fútbol, deporte que apasiona a los casi siete millones de habitantes, y que vive con particularidad los triunfos y también las derrotas.

La noticia de que íbamos a realizar la cobertura para el Grupo Nación de Comunicaciones, de la presencia Albirroja en Grecia ya fue impactante. Hacer las maletas para unos pocos días fue cuestión de minutos, en ese tren del pesimismo con el que nos desenvolvemos en la generalidad de los casos.

Ver en nuestra serie a Japón, Ghana e Italia era como para pensar: cuánto duraríamos! Miguelito, Silverio, Juan José, Dani y Yo éramos toda la prensa que llevaba Paraguay para la cuna de los Juegos. Desembarcamos en Tesalónica, a orillas del mar Egeo, por un tiempo parte del poderoso Imperio Romano, donde se respiraba pura historia, los comienzos de la vida misma.

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El calendario nos decía que debíamos enfrentar a Japón, en el bello estadio Kaftanzoglio, donde la Albirroja ganó 4 a 3 un partido de altas revoluciones. Los goles nuestros fueron convertidos por Pablo Giménez, José Cardozo (2) y Aureliano Torres en una jornada inolvidable para el "puchito" de paraguayos en tan grande escenario.

La segunda fecha nos anunciaba la presencia de Ghana, en el mismo estadio, donde caímos por 1-2, teniendo como único anotador a Carlos Gamarra, ante los siempre imponderables –en cuanto a edad se refiere– de los africanos.

Paraguay debía trasladarse a Atenas para medir a la poderosa Italia de Andrea Pirlo. Llegar, por primera vez al imponente estadio Georgios Karaiskakis ya era como prenderse una medalla al pecho. El golazo de Fredy Bareiro para derrotar a la Azzurra era un delirio. Paraguay pasaba a la segunda fase.

Los cinco periodistas, más la presencia del gran Luis Salinas, hacíamos las cuentas de las monedas y el ajuste de cinturones era más que necesario.

La organización indicaba que: Debíamos volver a Tesalónica. Por un lado y fuera de lo estrictamente futbolístico, era una noticia buena. En dicha ciudad había mayor calidez humana que en la capital griega.

Corea del Sur era el siguiente objetivo y ganamos con goles de Fredy Bareiro (2) y José Cardozo. Para entonces hicieron su aparición los infaltables compatriotas que están en todas partes. Las remeras albirrojas y las banderas formaban parte del paisaje griego. Nos abrazábamos todos, llorábamos y disfrutábamos el momento.

Miramos la pizarra de resultados y encontramos a la exótica selección de Irak como rival en semifinales. Ganar significaba la primera medalla en la historia paraguaya.

Las medidas de seguridad se multiplicaron por diez. La situación política mundial ameritaba que nos revisen hasta el cabello en el ingreso al estadio de Tesalónica. Y Paraguay volvió a ganar. Fue 3-1 con los goles de José Cardozo (2) y Fredy Bareiro para asegurar la primera medalla en la historia.

Y volvimos a Atenas donde Phelps comenzaba a deslumbrar al mundo para jugar la final, un 28 de agosto. Paraguay cayó ante Argentina 0-1, sin contar con el "Pepe" Cardozo y diezmado por lesiones inesperadas, pero subió al Olimpo para prenderse la Medalla de Plata, teniendo como testigos a cinco periodistas y a todo el mundo ponderando la hazaña de la Albirroja.

Felicitaciones y gran reconocimiento a los medalleros de Atenas 2004!!!

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