Por: Javier Barbero

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Oímos hablar de éxito en todas partes. Se supone que es el propósito final de todas las acciones que emprendemos. Utilizamos la palabra mecánicamente. Queremos ser profesionales exitosos, formar una pareja exitosa, alcanzar el éxito económico…

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Sí, queremos todo eso; pero el desafío de coaching que le presento a quien lee esta columna es preguntarse qué es el éxito para sí mismo.

No nos han enseñado por lo general a crear nuestras propias "formas". Vivimos atrapados en formas sociales estereotipadas, y en ese sentido, ya la sociedad ha definido lo que es bello o feo, lo que es bueno o malo, lo que es éxito o fracaso, lo que se debe y lo que no se debe.

Vivimos por lo general en la transparencia de que las formas estereotipadas son "la verdad" y muchas personas viven agobiadas en la pretensión de calzar, de encajar con los moldes, de alcanzar las cimas que nos impone el marketing.

Se ha generalizado la idea de que alcanzar el éxito es "no tener que preocuparse por nada". Que en tu familia todo funcione como un reloj. Que puedas comprar lo que se te antoje, sin hacer previamente sumas o restas. Que los demás halaguen tu labor y consigas un cargo directivo. Que seas popular o famoso. Sin embargo, podríamos contar con los dedos de la mano a quienes logran todo eso.

¿Te preguntaste alguna vez que es realmente el éxito para vos? Lo usual es que nos sumemos a esa idea común en la que se nos indica que es exitoso quien tiene mucho de todo. Pero esto es una fantasía. Una burbuja de humo detrás de la cual se facturan millones de dólares.

Usualmente no nos detenemos a pensar por qué tantos ricos, famosos, premiados y seductores viven en medio de la infelicidad. Aunque exista ese patrón de "éxito", más o menos generalizado, en realidad lo que es exitoso y lo que no lo es, depende mucho de factores subjetivos. De sentimientos mucho más profundos, por ejemplo, que la capacidad de compra o de tener.

Crear mis propias "formas" es animarme a definir lo que es bello para mí, lo que es suficiente, lo que es placentero, lo que es "llegar" a una cima. Es declarar mis propios parámetros. Salir de las modas, tendencias y series made in para abrazar esta noche la almohada sonriendo por ser quien soy. Alguien fuera de serie.

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