Liz Moyer
© The New York Times 2016
Edwin Chin, ex corredor de alto nivel de Goldman Sachs, aceptó pagar 400.000 dólares y quedar vetado del negocio de los valores durante por lo menos dos años por haber engañado a los clientes para que pagaran más por bonos respaldados por hipotecas residenciales en los años posteriores a la crisis financiera.
El corredor fue despedido de Goldman Sachs en el 2012, cuando manejaba la mesa de valores respaldados por hipotecas residenciales y era el más activo en los valores.
En su trabajo, Chin negociaba transacciones para fondos de cobertura y otros clientes que estuvieran comprando y vendiendo bonos, en ocasiones de las mismas propiedades de Goldman. Los bonos como los que negociaba Chin no se anuncian públicamente, por lo que las transacciones entre compradores y vendedores se negocian a través de un corredor. El banco gana dinero vendiendo bonos a un precio mayor del que pagó por ellos, pero el corredor puede hacer que esa diferencia sea mayor si aprovecha la falta de información sobre los precios en el mercado.
En un arreglo civil anunciado el 16 de agosto, la Comisión de Valores y Bolsa señaló que Chin repetidamente abusó de su puesto como intermediario para incrementar las ganancias de Goldman en las transacciones y, así, indirectamente, su propia compensación. La comisión precisó que su actividad cosechó 1,5 millones de dólares adicionales en ganancias por transacciones para la compañía. La comisión afirmó también que la investigación sigue en curso.
Según la agencia, del 2010 al 2012, Chin ocultó el precio al que Goldman había comprado varios bonos respaldados por hipotecas y los revendió a mayor precio, en una transacción en que la compañía se quedaba con la diferencia.
Un vocero de Goldman precisó que la compañía despidió a Chin por las razones establecidas en sus registros regulatorios. Dichos registros, llevados por la Autoridad Regulatoria de la Industria Financiera, revelan que él vendió ciertos valores con el acuerdo de su gerente, y que dos semanas después volvió a comprar algunos de ellos sin decirle a su gerente.
Chin llegó al acuerdo sin haber admitido ni negado ninguna transgresión. El acuerdo monetario incluye una multa por 150.000 dólares. No fue posible comunicarnos con su abogado para pedirle comentarios.