Silde Oporto, Periodista. politica@lanacion.com.py

A tres meses del inicio de la crisis, el Mercado Común del Sur (Mercosur) no logra avanzar para resolver el impasse generado en torno a la situación de Venezuela. Antes de llegar a un buen puerto, el bloque regional navega en las turbulentas aguas de las discrepancias y falta de consenso entre los propios miembros fundadores del bloque.

La situación de crisis social, política y humanitaria del gobierno venezolano, encabezado por Nicolás Maduro, estalló en el Mercosur y está dejando una profunda crisis que parece no tener fin. Paraguay fue el primer Estado miembro en solicitar una reunión del Consejo del Mercado Común, para analizar la situación del país caribeño.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

La discusión dentro del Mercosur posteriormente se centró en el traspaso de la presidencia pro tempore que correspondía a Venezuela. A partir de ahí, los propios miembros fundadores, Argentina, Brasil y Paraguay, se tuvieron que enfrentar a la postura firme de Uruguay, que insistía en entregar el mando a Venezuela, pese a la oposición de los demás gobiernos.

La postura de Paraguay no cayó bien al mandatario venezolano, que acusó al gobierno de golpista y contrabandista. A raíz del exabrupto de Maduro, Paraguay llamó a su embajador en Venezuela a consulta,y permanecerá en Asunción, como lo informó el propio canciller paraguayo, un claro mensaje de que las relaciones diplomáticas están "congeladas".

El gobierno brasileño, por otra parte, inició una nueva discusión, al asegurar que Venezuela no podía asumir la presidencia porque no ha cumplido con todos lo requisitos del Mercosur establecidos en el Protocolo de Adhesión de Venezuela. Esta situación será analizada por los miembros el 23 de agosto, en la reunión de Coordinadores Nacionales del Mercosur.

En los últimos días, la crisis regional se profundizó entre los miembros fundadores, cuando el canciller de Uruguay Rodolfo Nin Novoa acusó a su homólogo brasileño José Serra de intentar "comprar el voto" de Uruguay para impedir el traspaso de la presidencia a Venezuela. A raíz de estas declaraciones, Itamaraty convocó al embajador de Uruguay en Brasil para consulta. Posteriormente, Uruguay se vio obligado a aclarar que todo fue un "malentendido".

A esto se sumó Argentina. La canciller Susana Malcorra también cuestionó la actitud de Uruguay y responsabilizó al país por dejar el "vacío" en la presidencia del Mercosur. Argentina también se mantiene en su postura de que Venezuela no es un miembro pleno del Mercosur porque no cumplió con todos los requisitos.

Déjanos tus comentarios en Voiz