El gimnasta norcoreano Ri Se-Gwang conquistó el oro en la final de salto disputada este lunes, donde el chileno Tomás González terminó en séptima posición y no pudo conquistar la medalla que ya se le había escapado hace cuatro años con su cuarto puesto en Londres.

La plata fue para el ruso Denis Abliazin, que minutos antes venía de hacerse con el bronce en anillas y suma así su tercer podio en Rio, después del segundo puesto que logró con el equipo ruso. El bronce quedó en manos del japonés Kenzo Shirai.

Con la medalla de Ri Se-Gwang, vigente campeón del mundo de salto, Corea del Norte suma su séptima medalla en Rio, la segunda de oro.

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Aunque desde el comienzo de la prueba a quien más se oyó fue a la hinchada chilena, que acudió a arropar al mejor gimnasta de su historia. Con gritos de "Chi-chi-chi le-le-le" y agitando las banderas de su país, los seguidores del veterano González le recibieron como un campeón en la presentación de los atletas.

El mismo ritual se repitió cuando el gimnasta de Santiago se colocó tras la línea de los 25 metros para arrancar hacia sus dos saltos, pese a que en aquel momento las medallas estaban ya muy lejos.

Después de las fuertes decepciones de Londres, donde González se quedó a las puertas del podio en salto y suelo, el atleta chileno llegaba con la serenidad de los 30 años a Rio y recibió como un regalo inesperado la noticia de su entrada en la final de salto, tras clasificarse para la octava y última plaza.

Disconforme con su nota, no pudo entrar en la decisión de suelo, a la que había apostado gran parte de su preparación, al quedar en la decimocuarta posición.

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