Por Bernt Entschev

Fundador de De Bernt Entschev Human Capital

Una empresa puede despedir a un empleado por varias razones. Entre ellas, por incompetencia o falta de compromiso; por mal humor o problemas de relaciones; en razón de la llegada de una nueva tecnología que dejó obsoleta la función o por una crisis de mercado. Cualquiera que sea el motivo, el despido, seguramente, afectará a la persona.

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En América Latina, este impacto es aún mayor que en países llamados desarrollados. Los latinos son más emotivos y el trauma de perder el empleo es aún más significativo, afectando al individuo psicológicamente, reduciendo su seguridad y autoestima.

Sabiendo eso, un buen líder tiene que prepararse para reducir de la mejor manera posible este impacto. Buenas empresas, que tienen respeto por sus colaboradores, adoptan algunos procedimientos que voy a describir aquí.

1) Nunca despedir un viernes, para que la persona no pase el fin de semana masticando el asunto. Si fuera un lunes, la persona tendrá toda la semana para organizarse, pensar en alternativas y tomar medidas prácticas.

2) Nunca darle vacaciones al empleado y despedirlo cuando vuelva. Ya he visto situaciones como estas varias veces y siempre entiendo como una enorme falta de consideración. O sea, la persona puede haber viajado, hecho deudas, seguro de que tendría su empleo al volver. ¿Qué tipo de valores tiene una empresa que hace esto? Aquellos en que algunos centavos en el bolsillo valen más que la tranquilidad de un ser humano.

3) El despido siempre debe venir del jefe inmediato. Nunca por carta, telegrama o por el RRHH. Me acuerdo de un conocido que llegó a la empresa y la tarjeta de identificación no le permitió el paso por el molinete. La recepcionista buscó en el sistema y allí constaba que él no hacía más parte del staff de empleados. O sea, es como si éste hubiera sido despedido por la recepcionista. Sin comentarios.

4) El jefe debe asumir la responsabilidad por el acto y explicar el motivo del despido, sin mentiras, pero también sin prolongar mucho la charla. No es el momento para feed back. Sea breve y objetivo.

La persona estará conmocionada y no asimilará un largo discurso.

5) En el momento del despido, explicar brevemente los beneficios a los cuales el colaborador tiene derecho y encaminarlo a departamento de Recursos Humanos para los trámites necesarios.

6) Algunas empresas dan a los empleados el soporte de una asesoría para reubicación (el proceso se llama outplacement). Este soporte permite que la persona piense en nuevas posibilidades, prepare un buen currículo y haga una planificación financiera para el período. El nuevo empleo llega más fácilmente.

Para quien es jefe, se recomienda siempre una preparación previa, incluso psicológica. Pensar en lo que va a decir, cómo lo va a decir y también asumir la postura correcta, de acuerdo con el momento y los motivos del despido. No es fácil despedir a alguien, pero esta situación hace parte de la vida empresarial. Es necesario encarar esto de la mejor forma y seguir adelante.

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