Lograr una integración regional económica basada en mayor fluidez del comercio, así como un crecimiento estructural y una mayor equidad en la repartición de la riqueza fueron los puntos fundamentales expuestos por Enrique García, presidente Ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina, durante una charla desarrollada la semana pasada en el Banco Central del Paraguay.

Las aseveraciones del máximo representante de la CAF si bien se enmarcan en una declaración general sobre cómo cree el organismo debería ser el relacionamiento regional, no puede desprenderse de lo que sucede en la actualidad en el seno del Mercado Común del Sur (Mercosur).

La crisis política y humanitaria de Venezuela ha arrastrado al bloque regional al borde de un abismo, ante la insistencia de que asuma la presidencia del bloque aún sin que haya cumplido con todos los requisitos para ser socio pleno, sumado a la inestabilidad que vive el país.

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Como legítimos fundadores e integrantes plenos, Paraguay, Argentina y Brasil se muestran contrarios a esa posibilidad, lo que causa la ya característica reacción de un gobierno que antes que debatir lo único que sabe es lanzar acusaciones de todo tipo. Ante la grave crisis, los propios presidentes de estos tres países buscan una alternativa de solución, mientras Uruguay es el único que se muestra a favor de Venezuela.

El representante de la CAF, en el mencionado encuentro, disertó bajo el lema "Los desafíos estructurales de América Latina en el actual contexto internacional" y puso énfasis en la necesidad de impulsar acuerdos que permitan a los países lograr un crecimiento económico sustentable.

Igualmente, en lo que respecta al plano local, destacó el accionar del Gobierno por su manejo prudente en situaciones macroeconómicas y su lucha en la reducción de la pobreza. "Veo que hay una clara consciencia de la necesidad de enfocarse en el proceso continuo.

Paraguay tiene que dar un salto en las reformas estructurales. En carreteras, energía, vinculado con el sector privado", sostuvo. Martínez, brindando un fuerte respaldo a la administración central, también aseguró que "Paraguay es un país que tiene futuro, pasado y presente; con gente que sabe que el desarrollo debe llegar a todos".

Aunque a consideración de representantes internacionales Paraguay esté tomando el camino correcto para lograr un crecimiento, se debe señalar que los países no pueden estar aislados del mundo.

Esta interpretación hizo que a lo largo de los años se hayan creado asociaciones que les permita fortalecer sus economías y establecer una base más fuerte para negociar con otros bloques. Precisamente, en ese contexto, nació el Mercosur, con sus promotores Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

La situación que se ha generado en el plano político, sin embargo, hecha por tierra todas las intenciones de acuerdos que permitan crecer a las economías de sus integrantes.

Ante esta situación es necesario replantearse cuál es hoy el objetivo del Mercosur. Una de las preguntas que los países integrantes deben hacerse es si es un bloque comercial o político. Otra es hasta qué punto beneficia hoy un bloque que no pudo consolidarse en la integración económica y está cada vez más dividido políticamente.

Pensar en salir del Mercosur no es una posibilidad económica ni políticamente aplicable, al menos que se establezca un plan que permita al país consolidarse en otro bloque. Para eso se tendrá que tomar un largo camino que ni siquiera está en los planes, al menos de lo que se ve.

Entonces, no queda más que buscar recuperar el sentido del Mercosur, hacer cumplir el tratado y reagrupar fuerzas.

El titular de la CAF, si bien no se refería específicamente sobre el Mercosur, habló de una gran fragmentación en la región. Fue como si describiera al mismo bloque del sur. "Este es el momento de mayor fragmentación en la región. Hay que recomponerlo, porque si queremos ser jugadores en el mundo debemos jugar juntos", sostuvo Martínez al graficar la situación.

Y este es el camino que deberá tomar el Mercosur de manera urgente si quiere seguir con vida. Hay que recomponerlo. Y aquí los países fundadores tienen la responsabilidad de enmendar los errores que fueron cometidos en los últimos años, como el ingreso con voz y voto de Venezuela, sin que cumpla los requisitos mínimos para ser socio pleno.

Si ya entró por la ventana, cuando Paraguay estaba suspendido, el gobierno venezolano no demostró interés en cumplir mínimamente sus obligaciones para ser considerado en el rango que se le ha dado.

Hay que recomponer el Mercosur para que sea el bloque que desde un principio se planificó; uno que priorice la integración económica y comercial, que aún sigue siendo un lejano anhelo.

Si esto ocurriera, Paraguay será uno de los principales beneficiados. Es porque si queremos ser jugadores en el mundo, debemos jugar todos juntos.

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