Chad Bray
LONDRES.
El Banco de Inglaterra anunció el jueves que iba a recortar su principal tasa de interés a su nivel más bajo en la historia y a tomar otras medidas para impulsar la economía de Gran Bretaña, dada la inquietud de que la decisión del país de salirse de la Unión Europea afecte al crecimiento.
Esta medida se tomó en medio de una incertidumbre generalizada respecto del impacto de largo plazo de la decisión de abandonar el bloque continental, llamada Brexit. No se sabe cómo será la relación comercial de Gran Bretaña con la Unión Europea en el futuro y, lo más importante, qué acceso tendrá en el continente la valiosa industria de servicios financieros de Londres.
El referendo, celebrado en junio, también dio inicio a un verano de agitaciones políticas que desembocaron en un nuevo gobierno y en dudas sobre las políticas económicas de los nuevos dirigentes.
El impacto de corto plazo, empero, ha sido negativo en gran medida. La libra ha caído agudamente desde el referendo y las acciones de numerosos sectores, en especial la banca y la construcción, han estado bajo presión. Varios fondos hipotecarios suspendieron los retiros cuando los inversionistas trataron de sacar su dinero por temor a una baja en el mercado de propiedades en Gran Bretaña.
En las últimas semanas, las encuestas también han indicado que se han desplomado la confianza del consumidor, la producción de servicios y el sentimiento de los gerentes de adquisiciones.
El Fondo Monetario Internacional redujo las previsiones de crecimiento de la economía británica, que había sido uno de los más sólidos de la región desde la crisis financiera.
"Existen argumentos claros en favor del estímulo, y de un estímulo ahora mismo, a fin de que esté presente cuando la economía lo necesite; para que tenga un efecto cuando la economía más lo necesite", declaró Mark J. Carney, gobernador del banco central, en una conferencia de prensa el jueves.
El Comité de Política Económica del Banco de Inglaterra votó unánimemente para bajar su tasa de interés de referencia a 0,25 por ciento, el nivel más bajo que ha alcanzado en 322 años. La tasa se había mantenido en 0,5 por ciento desde marzo del 2009.