Según divulgó el medio digital iAgua, un sitio web con sede en Madrid, España, y que centra su información en la gestión del agua, dos factores afectan negativamente al caudal del Río Pilcomayo en su cuenca media.

A tal efecto, citó al viceministro de Recursos Hídricos y Riego, del Ministerio del Medio Ambiente y Agua de Bolivia, Carlos Ortuño, quien dividió la situación en dos elementos.

"No hay problema de sequía en el curso del río Pilcomayo, en Bolivia, si bien los caudales promedio no han sido iguales a los años anteriores", expresó inicialmente Ortuño.

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"Ese factor es el que afecta sobremanera a la cuenca media (Paraguay y Argentina) porque las aguas provenientes del deshielo en la cordillera y las lluvias de este año fueron escasas y se diluyen en gran parte en los bañados de la cuenca alta", añadió.

ESTACIONES PLUVIOMÉTRICAS

En lo que no tienen dudas los especialistas es que el "actual nivel de aguas en la Cuenca Media del Pilcomayo es la más baja en los últimos 19 años en relación a los caudales promedios de riadas."

Sin embargo, los pronósticos para este año en esa zona anticipaban grandes torrentes que ocasionarían incluso inundaciones en Misión La Paz (Argentina) o Pozo Hondo (Paraguay).

Además, las lluvias en la cuenca alta del río Pilcomayo y en Pozo Hondo-Misión La Paz permiten ver que, entre los dos periodos de riadas de los años 2014/2015 y 2015/2016, "hubo una reducción del 35 % en las precipitaciones totales."

SEQUÍA

En paralelo a esta situación, Bolivia "atraviesa por la peor sequía después de 25 años y sus efectos ya se perciben en 141 municipios de los nueve departamentos", según publicó el medio boliviano La Razón.

"La sequía es severa y está en todo el país. Después de 25 años tenemos un fenómeno extraordinario y no está presente en el territorio hace solo dos meses, sino desde enero. Lo peor se presentará en los meses venideros", advirtió el ministro boliviano de Desarrollo Rural, Cesar Cocarico, según indicó La Razón.

La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) habla de pérdidas de USD 180 millones en la producción por desastres naturales, principalmente la sequía. Y la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), a medida que el ganado empieza a perder peso y es más propenso a morir, contabiliza una pérdida de USD 120 millones.

A su vez, la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) registró USD 90 millones de pérdidas.

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