La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, dijo sentirse "triste" por no participar de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro este viernes. "Me quedo triste por no asistir a la fiesta en vivo y en directo.
Pero estaré acompañando (el evento), alentando a Brasil", lanzó Rousseff en su cuenta de Twitter, pocas horas antes de la apertura de los primeros Juegos de Sudamérica en el mítico estadio Maracaná.
Rousseff, suspendida provisoriamente mientras se resuelve el juicio de destitución que se tramita en el Congreso, anunció la semana pasada que no participará de los Juegos porque ha sido relegada a un segundo plano.
El presidente interino Michel Temer, su ex vicepresidente devenido enemigo, declaró abiertas los Juegos Olímpicos en un discurso relámpago para evitar ser abucheado dentro del estadio. "No creo que sea apropiado que la Presidenta apartada asista a una ceremonia cuyo maestro de ceremonia es un presidente ilegítimo.
En esta historia de los Juegos, yo soy la Cenicienta, la invitan a la fiesta, pero se tiene que ir antes, vive en las cenizas", dijo la mandataria, cuyo destino será definido por los senadores a fines de agosto, una vez que hayan concluido los Juegos Olímpicos.