Los 80 años de vida de la Unión Industrial Paraguaya (UIP) no pasaron en vano. Numerosos son los logros que este gremio ha conseguido a lo largo de su trayectoria y las acciones que encara para posicionar y volver más competitivas a las industrias, tanto en el mercado local como internacional. El ingeniero Eduardo Felippo, presidente de la agrupación de industriales, habló sobre la relevancia de este pujante sector en la economía nacional.

Creada el 20 de setiembre de 1936 para integrar a gremios y empresas industriales, la UIP tuvo desde sus orígenes el fiel compromiso de desarrollar a este sector, elevando la capacidad profesional y técnica de las empresas. Desde entonces existía conciencia de que potenciando a estas empresas se contribuiría al desarrollo del país.

El primer presidente de la UIP fue Ladislao Vaccaro, a quien sucedieron varios industriales que dieron su aporte para consolidar al gremio. A lo largo de estos años, la institución se ha convertido en un referente del sector económico nacional, albergando actualmente a cerca de mil socios, entre empresas y gremios industriales de todo el país, según expresó el actual titular de la UIP.

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La UIP cumple 80 años ¿Cuál fue el propósito de su creación?

Sí, cumplir 80 años no es poca cosa. Revisando la historia del gremio, vimos que cuando se fundó hace ocho décadas, fue bajo el impulso del propio gobierno de aquella época y con el apoyo del entonces presidente de la República (Rafael Franco), para poder defender a la industria nacional y organizar el proceso industrial y comercial.

¿Cómo fue su evolución hasta llegar a la actualidad?

La UIP se fue desarrollando y creciendo como todo gremio, pasando por varias etapas de mayor o menor aceleración, según el tipo de presidente y cada comisión directiva. En la actualidad, desde que nosotros estamos, hicimos grandes cambios en los estatutos de manera que se renueve la comisión.

También se le puso un tope al presidente, que puede ser elegido solo una vez inmediatamente. Es decir, modernizamos los estatutos para que la UIP pueda seguir creciendo y para tener un semillero de directivos, creamos la UIP Joven, que es un grupo de empresarios que se van entrenando y participando con nosotros en la actividad gremial, para que en la medida que se vayan generando puestos dentro del consejo directivo, ellos vayan ocupando esos espacios.

En cuanto al objetivo, siempre es el de defender la industria frente a los problemas que se presentan. Por ejemplo, ante los gobiernos de los países vecinos. Cuando hay que pelear, discutir, estamos ahí siempre presentes.

¿Qué otros servicios prestan a sus asociados?

Contamos con la Fundación Industrial, específicamente preparada para dar financiamiento al mediano y pequeño industrial en las mejores condiciones posibles. Después está CEPPROCAL (Centro Paraguayo de Productividad y Calidad), en donde se imparten cursos para que la industria y su personal puedan ir capacitándose. También tenemos muchos acuerdos internacionales. La UIP logró ser el único representante del sector privado ante OMC (Organización Mundial de Comercio), lo que nos permite conocer qué se vende, dónde se vende, qué tarifas o aranceles existen. Toda esta información es muy importante y la tenemos disponible a través del acceso a internet y del personal que formamos.

Con el BID también tenemos un programa de capacitación para pequeñas empresas con capacidad de exportación, a las que dotamos de todos los elementos necesarios. Recientemente logramos que dos empresas, una de ellas familiar, pero muy antigua como Alberdín; y Granopar, una firma más nueva, obtengan la certificación ISO 24.000 de inocuidad de los alimentos, una de las más difíciles de conseguir. Esto lo venimos desarrollando desde la UIP para poder apoyar a nuestras industrias.

¿Cómo se está comportando el sector industrial en los últimos años?

La industria en Paraguay, en los últimos años, viene creciendo. Tal vez sin grandes condiciones especiales, pero está avanzando. Dependemos en muchos casos de los altibajos de los mercados brasileños y argentinos. A veces vendemos más, a veces menos, pero el sector siempre viene creciendo. Tuvo un bajón importante en todo lo que es la exportación a la Argentina, en la época de Cristina Kirchner, pero eso ya se está solucionando y estamos retomando los mercados.

Estamos trabajando fuerte en los mercados de exportación, fuera de lo que es el Mercosur. Por otro lado, últimamente se instalaron muchas industrias bajo el régimen de maquila, que empiezan a funcionar muy rápido, y aunque no pagan muchos impuestos, tienen un impacto positivo, porque capacitan mano de obra y contratan personal que es remunerado como corresponde, con lo cual contribuyen mucho a la economía.

Dentro de los subsectores de la industria, ¿Cuáles son los que más se destacan?

Un sector relativamente nuevo al que le va bien, es el que procesa la soja. Paraguay antes era exportador de granos, hoy una parte va como materia prima y otra va procesada como harina de soja. Eso está funcionando muy bien y son todas multinacionales. Los frigoríficos son industrias en permanente mejora.

Se están instalando frigoríficos, se está aumentando la capacidad de procesamiento de carne vacuna, pero también se están destacando los frigoríficos para carne porcina que está creando un mercado importante. Tenemos una industria que no ha tenido grandes variantes con respecto a su capacidad, pero sí en cuanto al producto, como es el azúcar orgánica, rubro en el cual Paraguay es considerado como el principal exportador.

Esto hizo que la industria azucarera migre parte de su producción de azúcar normal a orgánica, y que también los cañeros incursionen en la producción orgánica, que va muy bien. La industria metalúrgica ha crecido enormemente, hemos hecho torres de alta tensión, y hace poco se logró hacer en Paraguay puentes de metal desarmables para emergencia.

¿Existe hoy algún subsector que atraviese por problemas?

No creo que en este momento exista alguna industria con problemas. Los que suelen tener inconvenientes por el contrabando son los fabricantes de productos domisanitarios, cuando entran muchos productos de la Argentina. Ahora, por suerte, prácticamente no están entrando productos de contrabando, pero hay que señalar que aunque hubo complicaciones, los industriales nunca tuvieron grandes problemas.

¿Cómo está la relación con el Estado?

Nuestra política -y también la mía personal- es tratar de depender lo menos posible del Estado. Sí trabajamos y apoyamos todo lo que creemos que será bueno para la industria y el desarrollo del país. No tenemos grandes problemas, con el gobierno del presidente Horacio Cartes venimos trabajando bien, al igual que con gobiernos anteriores. Tal vez este gobierno en particular está apoyando mucho a la inversión extranjera y nosotros reclamamos que también hay que apoyar a la inversión nacional, pero no tenemos ningún problema.

¿Qué novedades aportó el pabellón industrial en la última edición de la Expo?

El pabellón industrial, al igual que toda la Expo, tuvo un reciclado muy importante. Contamos con nuevos expositores y el pabellón lució más bonito que otros años. Varias industrias metalúrgicas desarrollaron un stand importante, la industria cárnica también.

Además se destacó la industria naviera que se ha desarrollado muchísimo en los últimos años. Todo lo que es la fabricación de barcazas y remolcadores tuvo un crecimiento casi explosivo en Paraguay y hoy existen más astilleros trabajando a full. Esto da mucha mano de obra y trae beneficios importantes.

Desde el sector industrial, ¿Se está logrando marcar presencia a nivel internacional?

Rediex está más concentrada en atraer inversiones extranjeras que en promocionar nuestros productos. Pero estamos participando en todas las ferias, apoyados por Rediex, donde llevamos nuestros productos.

Hubo una feria de alimentos en Francia, en la cual un fabricante de galletitas paraguayas muy ricas y competitivas en cuanto a precio, se destacó y hoy está ganando mercados internacionales a través de los productos que realizan. También la industria alimenticia está teniendo un desarrollo interesante en Paraguay.

¿Considera que estas empresas que exportan están contribuyendo a la construcción de la marca país?

Si, definitivamente. Todos estamos convencidos y preocupados en producir con calidad, para que la marca país y Paraguay, sean conocidos en el mundo por su calidad. La industria cárnica ha hecho un proceso muy especial para lograr eso y todo lo que viene detrás. Tenemos buenos laboratorios, pero nos faltan más. Estamos reclamando al gobierno más laboratorios de control de calidad y de desarrollo de tecnología, para que se puedan certificar productos.

En cuanto a los recursos humanos, una queja habitual del empresariado en que no encuentra mano de obra calificada.

El reclamo común de toda la gente es que falta mano de obra capacitada, pero al final todos consiguen solucionar este problema capacitando ellos mismos a su gente. Incluso desde el gobierno, a través del Ministerio del Trabajo, se está haciendo una reorganización de todo el sistema de capacitación, a través del SINAFOCAL (Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral). Se está haciendo bastante, pero siempre falta más.

A nivel de tecnología ¿Cómo están las industrias?

Siempre recomiendo a mis colegas industriales que deben desarrollar tecnología. El mundo cambió. Antes se hacía lobby con los gobiernos para conseguir que se prohíba la importación de algún producto o que imponga impuestos para proteger a la industria nacional. Eso hoy ya no es posible.

El camino es la capacitación y el desarrollo tecnológico y eso se consigue imitando lo que hacen otros, otras veces investigando. Contamos para ello con el apoyo del Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) y el PTI (Parque Tecnológico Itaipú), y también con nuestra Universidad Paraguayo Alemana de Ciencias Aplicadas, creada por la UIP y la SRH Heidelberg, de la República Federal de Alemania, que tiene un laboratorio para desarrollo. Tenemos tres carreras exclusivamente industriales para desarrollar profesionales de primer mundo Pero ahí nos falta una pata que depende del gobierno, que son los créditos a largo plazo, para que el industrial pueda desarrollar tecnología y que el país pueda dar un gran salto.

PERFIL

  • Ingeniero Industrial, egresado de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
  • Post- grado en Contabilidad de Costos y Reducción de Costos Industriales, Contabilidad para Ejecutivos e Ingeniería de Métodos.
  • A nivel empresarial es presidente y fundador de un grupo de empresas siendo las principales: TRAFOPAR, fábrica de transformadores de distribución; OTISA, Ingenio Azucarero, especialidad en azúcar orgánica e ICISA, empresa contratista de obras electromecánicas.
  • Desde hace varios años incursiona en el gremialismo, siendo en la actualidad Presidente de la Unión Industrial Paraguaya, de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio FEPRINCO, miembro del Consejo Directivo de la Fundación Industrial, organismo dependiente de la UIP orientado a otorgar créditos a micro industrias.

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