A 12 años del trágico siniestro del ex supermercado Ycuá Bolaños, sigue el dolor, la impotencia y la sed de justicia de los familiares de víctimas y sobrevivientes de aquel devastador día.
En un acto solemne, frente al edificio siniestrado, recordaron ayer a las casi 400 personas que fallecieron durante el incendio y a los 6 desaparecidos. Varias autoridades se hicieron presentes en el lugar que será un museo cultural y oratorio permanente.
Como en cada año, cientos de personas acudieron ayer al ex supermercado Ycuá Bolaños a recordar el fatídico hecho que enlutó a todo el país, aquel domingo 1 de agosto del 2004, donde una pequeña chispa se convirtió en un voraz incendio que se llevó la vida de centenares de personas.
Los familiares de las víctimas llegaron hasta el memorial con remeras amarillas con la insignia de: "Ycuá Nunca más". También colocaron adornos florales, velas encendidas y no faltaron las lágrimas porque sigue el luto por esas personas queridas que murieron ardiendo en llamas y encerradas.
"El olvido es el peor castigo, es una herida abierta en la sociedad, pero justamente debe quedar abierta para que sirva de testimonio y recordar que nunca más debe pasar", dijo Mario Ferreiro, intendente de Asunción durante el acto memorial.
Además, el jefe comunal se comprometió a que desde su lugar ya no permitirá que haya trampas mortales en edificios y construcciones, que si bien traen desarrollo y prosperidad económica al país, ya nunca más será mayor prioridad la mercadería que la vida. Al cierre del discurso de Ferreiro, los presentes gritaron "el fuego se apagó, pero la rabia aún arde".
El acto de recordación fue acompañado con música y la voz del artista Ricardo Flecha, como también un oficio ecuménico que realizó el sacerdote Juan Gaete.
Zulma Rodríguez recordó el siniestro entre lágrimas, ya que en aquella fatídica fecha perdió a su hermana y a su sobrino de tan solo 10 años, lo acompañaron sus 2 sobrinos que quedaron huérfanos.