La responsabilidad y compromiso con la solución de los problemas sociales como el acceso a viviendas dignas y a tierras para campesinos, así como la transparencia en el uso del dinero público, deben seguir siendo pilares de las acciones del Estado para solucionar dos de los graves problemas heredados por mal manejo de administraciones anteriores.
La población, sobre todo la más carenciada, tiene que seguir recibiendo de parte de las instituciones públicas soluciones concretas y no simples discursos y promesas, monedas comunes cuando desde el poder se busca solo el beneficio personal o la instalación de estructuras políticas pensando en la perpetuidad en los cargos.
Hace unos días, la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) hizo entrega de 105 viviendas en la compañía Alemán Cué, del distrito de Yrybukua, del departamento de San Pedro, cumpliendo con los compromisos asumidos con esa población.
Las viviendas fueron construidas por la empresa Proel Ingeniería, utilizando nueva tecnología, tipo prefabricada, y forma parte de la primera etapa de las 347 casas proyectadas para esta zona del país, de acuerdo con lo detallado por la Secretaría.
Se indicó que todas las familias que fueron beneficiadas son de escasos recursos económicos y que las viviendas cuentan con 43,50 m2 con 2 dormitorios, baño familiar, cocina, lavadero, sala de estar y comedor. El monto total invertido fue de 7.462.317.880 guaraníes y el costo de cada casa es de 74 millones de guaraníes, según informaron autoridades de la Senavitat.
Los beneficiarios, como la mayoría de los proyectos impulsados por la Senavitat, formaron parte del plantel de trabajadores que construyeron las viviendas, luego de participar de cursos de formación.
Para que los pobladores de la zona puedan insertarse en la mano de obra fueron capacitados en varios cursos brindados por la empresa, lo que les permite igualmente estar en condiciones de desarrollar este tipo de labores en otras construcciones. Esta modalidad significó, además, un movimiento económico de alrededor de 3.000 millones de guaraníes en la zona, que ayuda a paliar la situación de numerosas familias.
La semana pasada, también, el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), hizo entrega de más de 500 certificados de adjudicación de tierras a familias de Chino Cué, Itakyry, Alto Paraná, para dar solución a un problema que se arrastraba desde hace 17 años.
Esta acción de la institución, de acuerdo con lo señalado por su titular, Justo Cárdenas, se enmarca en la línea trazada por el Gobierno, en el sentido de hacer entrega de adjudicaciones de tierras públicas como debe ser y lograr el reordenamiento del patrimonio jurídico del Estado.
En ese sentido, se especificó que uno de los objetivos principales del Indert es seguir con la intención de que las tierras que forman parte de la reforma agraria sean efectivamente habitadas por personas que califican como sujetos de esa reforma y no por medianos o grandes productores, que ha sido una práctica común por mucho tiempo.
La solución brindada al caso Chino Cué no solo es destacable desde el punto de vista de la entrega de las adjudicaciones, sino también por la modalidad implementada, que permitió al Estado un millonario ahorro.
Las tierras entregadas son parte de las 10.300 hectáreas que se permutaron con la empresa Tierras y Negocios, por otras que pertenecían al Estado paraguayo que se encuentran en situación ociosa en el Chaco paraguayo.
Se explicó que si el Estado hubiera querido vender las tierras en el Chaco, el precio sería muy inferior. Cárdenas explicó que si se tuviera que pagar en efectivo la deuda del costo de la tierra en Chino Cué, se tendría que haber pagado unos 25.000.000 de dólares, monto que evidentemente el Estado no cuenta para ese tipo de adquisiciones.
A decir de las autoridades del Poder Ejecutivo, los dos casos mencionados, aunque aún queda mucha necesidad y por hacer sobre todo en el interior del país, ratifica el compromiso asumido por el Gobierno de que el dinero público es de la gente, y que las acciones que se desarrollen deben seguir siendo enfocadas en ese sentido.
Esto, a pesar de los discursos políticos que solo pretenden desacreditar y no reconocer que si bien pueden darse errores, como en todos los ámbitos, hay aspectos positivos que están marcando un país diferente, con una ruta clara que, sumado a los esfuerzos en el área económica, puede permitir lograr lo que se espera, un Paraguay mucho más justo y próspero.