El 31 de mayo del 2015, Diego Barreto estaba levantando un trofeo más con Cerro Porteño, el del Apertura de esa temporada, y ningún olimpista hubiese pensado ni esperado, que un par de meses después aquel arquero tan identificado, nacido y crecido en el acérrimo rival defendería la franja negra y casi un año más tarde se convertiría incluso en uno de los jugadores más idolatrados por la hinchada, gracias a sus grandes actuaciones.

El torneo Clausura de aquel año arrancó jugando Víctor Centurión, pero luego Barreto se adueñó de la portería y terminó siendo el golero titular, gritando campeón por segunda vez en un año, pero esta vez con la camiseta menos esperada.

El festejo lo hizo nada más y nada menos que en la tribuna sur del Defensores del Chaco, junto a la hinchada decana que lo recibió como uno de los nuevos ídolos de la institución.

Mariscal López, logrando ser el primer arquero en conseguir arrancar un campeonato con los primeros cuatro partidos sin encajar gol alguno, desde la implementación de los torneos Apertura y Clausura en 1996.

En el partido del domingo pasado ante River, superó en racha de imbatibilidad al anterior arquero titular decano, Cristian Campestrini, quien solo estuvo un semestre en el decano y alcanzó 387 minutos sin encajar un gol.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Barreto llegó a los 459 minutos y ahora el récord más cercano que tiene en frente es nada menos que el de Éver Hugo Almeida, quien en 1985 estuvo casi 10 partidos sin recibir goles.

Aún así, más allá de que está lejos de igualar no solo el récord de imbatibilidad de Almeida sino todo lo que este logró con la franja negra, Barreto se ha ganado un lugar en la historia de Olimpia y en el corazón de los hinchas.

Déjanos tus comentarios en Voiz