El torneo Clausura de aquel año arrancó jugando Víctor Centurión, pero luego Barreto se adueñó de la portería y terminó siendo el golero titular, gritando campeón por segunda vez en un año, pero esta vez con la camiseta menos esperada.
El festejo lo hizo nada más y nada menos que en la tribuna sur del Defensores del Chaco, junto a la hinchada decana que lo recibió como uno de los nuevos ídolos de la institución.
En el partido del domingo pasado ante River, superó en racha de imbatibilidad al anterior arquero titular decano, Cristian Campestrini, quien solo estuvo un semestre en el decano y alcanzó 387 minutos sin encajar un gol.
Barreto llegó a los 459 minutos y ahora el récord más cercano que tiene en frente es nada menos que el de Éver Hugo Almeida, quien en 1985 estuvo casi 10 partidos sin recibir goles.
Aún así, más allá de que está lejos de igualar no solo el récord de imbatibilidad de Almeida sino todo lo que este logró con la franja negra, Barreto se ha ganado un lugar en la historia de Olimpia y en el corazón de los hinchas.