La banda paraguaya Salamandra arribó desde las tierras encantadas de Ypacarai a Buenos Aires para presentar su reciente material Alma en Peña.
Nos encontramos con un animado Javier Zacher en un bar de Buenos Aires. No es para menos, la banda se presentó dos fechas en la capital bonaerense, una en San Miguel y otra en el emblemático Roxy Club -ubicado en Palermo- en el marco del lanzamiento de su nuevo disco Alma en Peña.
"Ndirasore, ustedes ya otra vez, nos decían en nuestra ciudad", cuenta con una sonrisa Javier al hablar sobre los inicios. Con 16 años a cuestas, han llevado a la banda a distintos lugares, han tenido que vivir muchas experiencias e incluso reinventaron sus percepciones creativas. Sus canciones son himnos de rock con un estilo muy tereré, como dirían sus fans al tratar de calificar el estilo de la banda.
"Cuando comenzamos a escuchar rock o metal, teníamos que migrar a la casa de otras personas con nuestro cassette Fuji para tratar de conseguir material. Era difícil obtener materiales en aquel entonces, la única forma era el trueque", recuerda.
Sobrevivientes
Salamandra es una de las bandas sobrevivientes a las transiciones del tiempo. Cuando iniciaron, el fenómeno de internet era un privilegio solo para algunas personas. La piratería, el paso de materiales de mano en mano y la necesidad de sostenerse siempre de manera independiente (lejos de los escasos sellos discográficos en ese entonces) llevaron a dotar a la música de una impronta que -a través de la sinceridad de sus integrantes- logró capturar fans.
"Recuerdo un concierto en el extinto bar La Viola, donde terminamos desembolsando dinero porque no había casi público", comenta con un gran sonrisa Zacher. Actualmente la banda es sinónimo de concurrencia cualquiera sea el lugar, lo demostraron al presentarse en bares tan dispares en Asunción, donde el público no se caracterizaba por ser particularmente seguidores del estilo.
"Una vez nos presentamos en una discoteca de Fernando de la Mora, inicialmente la duda era si íbamos a pegar, pero se dio fluidamente. La gente se alegra con nuestras canciones aunque no sea precisamente partidaria del estilo", relata.
Sobre su reciente material Alma en Peña, Zacher confiesa que la nostalgia es algo que caracterizó al disco de Salamandra. "Hay muchas canciones que escribimos por el 2004, incluso antes. Pero recién ahora salen a flote". Solito, el primer single que se desprende del álbum actualmente es la canción más solicitada en las radios asuncenas.
"No fue fácil entrar a las radios. Hubo espacios como la Rock&Pop que dieron cabida a nuestras canciones, pero fue un largo proceso". El camino de las bandas independientes para instalarse dentro las principales estaciones de radio aún sufren la burocracia e incluso es más complicado ingresar debido a la demanda de música extranjera, de ritmos accesibles.
Actualmente, la escena del rock asunceno pasa por un estadio apacible. Señala que hay mayor demanda de conciertos, pero menor recepción de público. Describió los inicios del rock en el 2000, cuando había mayores espacios e incluso más apoyo gracias a sellos como Kamikaze y festivales como el Pilsen Rock. "El problema son los precios. En el interior cuando comenzamos el precio era 5 mil guaraníes".
Con el Alma en Peña
Zacher reconoce la importancia de su banda, a la que considera un equipo conformado por varias personas en el que se han ido anexando más personas con el paso del tiempo. Desecha las diferencias entre los miembros, aplicando creatividad. "Con Cachito escribimos las letras, van saliendo a la medida de cada uno y luego pulimos", explica.
Sobre el futuro en Paraguay, considera que existe una movida interesante gracias a espacios -como HEI Music- que llevaron a las bandas a un terreno anteriormente no del todo utilizado, el de los videos musicales.
"HEI Music abrió un brecha interesante para que las bandas se sientan presionadas a realizar sus videos. Antes pensabas para qué hacer, si nadie va a ver", dice.
Contento por sus presentaciones en capital porteña, las considera un escalón más para la banda, que comenzó en un pequeño recinto de Ypacarai. Sobre los proyectos futuros, dice que todos en Salamandra coinciden que aún quieren exprimir Alma en Peña y dejar que las ideas comiencen aflorar en este proceso.
"Lo importante de Salamandra es que nuestras canciones no son nuestras, son tuyas. Pertenecen a todos", finaliza Javier Zacher.