Por Carlos M. Giménez

Toma aérea del megaconcierto del jueves en el Rodeo Neuland.[/caption]

"Aquí están muchos menonitas que en este llamado 'Infierno verde' lo convirtieron en un jardín, en una zona de trabajo, de progreso, de espíritu de colaboración. Hoy, lo convertimos nosotros, con este talento juvenil, en un amanecer naranja. El amanecer, cuando sale el sol, esa esperanza de la juventud", expresó el maestro Luis Szarán, director de Sonidos de la Tierra, el jueves pasado, al abrir el megaconcierto en el Rodeo Neuland.

"Un país de 65% de habitantes que no llegan a los 30 años. Tenemos que invertir ahora, en esa juventud, para tener un país firme, sano, para el futuro.

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Los participantes compartieron música, juegos y cultura.[/caption]

Por eso les digo siempre, vimos 14 años pasar por estas filas de este programa, en barrios marginales, en zona de delincuencia, de drogadicción, salvar vidas a través de la música. Por eso le digo a las autoridades, a los auspiciantes, a las personas que pueden colaborar: dennos violines, que vamos a sacar los delincuentes de las calles", agregó Szarán.

El colegio

"De verdad, sorprendido porque las delegaciones vinieron con chicos bien educados, se comportaron de maravilla, así que nosotros también estamos por aprender algo, en una convivencia de esa forma", dijo Ricky Unger, director del Colegio Neuland, que normalmente alberga a 300 estudiantes en sus 28 aulas, y que fue sede para alojar el triple de esa cantidad de jóvenes, durante 4 días, del lunes al jueves últimos.

"El lunes ya tenemos clases de vuelta. Estuvimos pensando que teníamos que suspender por lo menos el lunes, pero no hace falta. Delegaciones, con comités de padres, hicieron un buenísimo trabajo, limpiaron bien las aulas, dejaron excelente el colegio. De verdad, una admiración", destacó.

Desde Santa Fe

Músicos de 56 comunidades se unieron en el gran recital.[/caption]

"Los paraguayos lo hacen muy bien en el dar un enfoque integral a este tipo de festivales, en el cual no solamente se trata de armar un repertorio, de dar unos conciertos, si no en que todos conozcamos la cultura, las costumbres y la idiosincrasia del lugar donde estamos compartiendo estos días; porque creo que se convierte en una experiencia inolvidable para los chicos, y a su vez se convierten en replicantes cuando vuelven a su lugar de origen y comentar qué es lo que han visto, qué es lo que han vivido, y son experiencias que las van a llevar por el resto de sus vidas", contó Gustavo Nardi, violonchelista y coordinador de S.O.S. Música, que desde Santa Fe, Argentina, se anotó el viaje más largo hasta Neuland: 1.300 kilómetros, en 22 horas, realizaron 30 chicos, de seis de los siete núcleos que abarca este proyecto iniciado en el 2007; acompañados por 5 profesores.

Embajadores

"Un jardín sin pasto, y las plantas tienen espinas, eso es algo para nosotros totalmente desconocido", dijo Óscar Solís, coordinador de la Sociedad Filarmónica de Pedro Juan Caballero, sobre el impacto de conocer la región. Fueron 12 pedrojuaninos y 3 padres que se solventaron el viaje con la Rifa de Sonidos, y se aliaron con la Escuela de Música de Luis Cañete de Concepción y la Fundación de Cultura de Ponta Porá (Brasil; 19 personas) para rentar un bus.

"No he escuchado una queja. Todos están bien, han disfrutado, se nota por ellos. Desde todo punto de vista esto es enriquecedor, hemos aprendido muchísimo. Nos vamos como embajadores del Chaco", afirmó Solís, en su primera participación en un seminario.

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