POR MARTÍN VILLAGRA, martinvillagra@lanacion.com.py

El arquitecto Alfredo Angulo supervisa las obras durante un recorrido rutinario.[/caption]

Son hinchas y obreros de La Olla en Barrio Obrero. El gran y moderno estadio del Paraguay y de Cerro Porteño toma forma. Unos 40 ex integrantes del grupo La Plaza y Comando se unieron a la causa y dejaron sus diferencias. Contratados como albañiles, están orgullos de ser parte de la historia del club. Mueven bolsas de cemento. Preparan mezcla con agua y cal. En el nivel exacto, van colocando un ladrillo tras otro. Son puntuales, ni faltan. Algunos incluso quedan a dormir en el club. Colocan sus banderas que flamean en distintos puntos. Su uniforme es la casaca de Cerro Porteño y se los escucha cantar en cada pausa.

Una vez desarrollados los planos del nuevo estadio, el arquitecto Alfredo Angulo se encontró con el desafío de contratar mano de obra que esté a la altura del proyecto. El club decidió contratar a los propios hinchas para hacer este trabajo.

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"Ahora se nos cumple un sueño de venir a trabajar acá y construir nuestro estadio, que es el templo para todo cerrista", dice el hincha Gabriel Marecos y agrega: "Gracias a Cerro yo tengo casa, vivo solo acá y me acogió el club. Ojalá se cumpla mi sueño y le traiga a mis hijos y nietos acá".

El arquitecto Alfredo Ángulo indicó: "Queremos ir más allá; cambiar el concepto de hinchada y en conjunto con ellos erradicar la violencia. La fuerza y el impacto que esto genera hace que pensemos que el proyecto no finalice solo en la obra. No queremos que este sueño se acabe con la colocación de ladrillos y deseamos que la pertenencia tenga un efecto multiplicador".

El mejor lugar para conseguir obreros estaba en Barrio Obrero. Como parte del proyecto de Responsabilidad Social, el club seleccionó a este grupo de hinchas organizados, a quienes previamente capacitó para empezar a construir el nuevo estadio.

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