Varias lecciones y curiosidades dejó el megaconcierto de orquestas juveniles de Sonidos de la Tierra: por ejemplo, el predio del Rodeo Neuland contó con un espacio para la costumbre de los lugareños de acudir a cualquier evento con sus propias sillas… y, al finalizar, se debió haber registrado el primer embotellamiento de la pacífica comunidad, de solo 2 mil habitantes, a los que se sumaron visitantes de Filadelfia, Loma Plata y Mariscal Estigarribia.

Más de mil personas fueron público del recital que conjugó música paraguaya e internacional, con danza, coreografías, canto, concienciación sobre el cuidado del agua y hasta la cultura originaria, con una muestra de danza de los Nivaclé, provenientes de la comunidad Cayin ô clim (Picaflor Blanco).

El repertorio del megaconjunto incluyó obras como: "Sonidos del agua", "My Heart Will Go On" ("Titanic"), "Hakuna Matata" ("El rey león"), "Pájaro campana", "El león duerme ésta noche". Con el bis de "Chaco Boreal", la despedida, cargada de felicidad, dibujó fuegos artificiales junto a la luna.

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El encuentro, que se extendió entre el lunes al jueves pasados, dejó estas estadísticas: en total hubo 933 músicos, de los cuales 547 eran mujeres y 386 varones. Participaron cuatro etnias: Enlhet, Nivaclé, Guaraní Occidental, y Guaraní Ñandeva. Totalizaron 107 voluntarios, entre 30 en el Fortín Boquerón, 20 del Colegio Neuland, y 57 de la Gobernación y Asociación de la Cooperativa Neuland.

Por primer vez participaron del seminario las comunidades de Remansito, Puerto Casado y Chacarita. En tanto, Atyrá se anotó la máxima continuidad desde la primera edición, hace 14 años. Dos comunidades nacionales tuvieron el récord de viaje: Pilar y Trinidad, con 862 kilómetros. Mientras que invitados de Santa Fe, Argentina, completaron 1.293 kilómetros. En total hubo 1.119 participantes, de 14 departamentos y 56 comunidades.

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