Cinco familias de General Aquino viajaron por su cuenta, con campings y olla popular, para acompañar a sus hijos; un matrimonio de San Lorenzo celebró su 16º aniversario, pidiendo vacaciones juntos, para ver a sus tres hijas; un niño de 5 años dijo tener 7, creyendo que no iba a poder viajar por ser muy pequeño; un joven aprende violín con una prótesis de mano impresa en 3D… El Seminario y Festival de Orquestas Juveniles de Sonidos de la Tierra en Neuland, en pleno Chaco, reúne historias emocionantes y una experiencia inolvidable, que no podían quedar fuera de un registro audiovisual.

Desde el lunes hasta anoche, que culminó con un megaconcierto con 1.000 jóvenes músicos, Noelia Armele dirigió a un equipo de cuatro jóvenes que grabaron todo este viaje para un documental, que estará listo en los próximos meses.

"Realmente esta experiencia no se parece a ningún otro seminario nacional, no solamente por la distancia, si no por las diferentes culturas, los diferentes tratos, con nuestros aliados", manifestó Andrea Burt, de la organización de Sonidos, que trabajó en la coordinación de las entrevistas para el documental.

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En el Rodeo Neuland, momento previo al ensayo general del mega concierto.

"Fue muy difícil para las comunidades llegar hasta acá porque fue muy costoso, tuvieron que hacer muchas actividades de recaudación de fondos; los buses costaron entre 6 y 16 millones de guaraníes para poder llegar acá". Agregó: "Del lado de la organización fue un desafío mayor porque teníamos que aprender las buenas prácticas, de no tirar la basura en el suelo, usar la menor cantidad posible de agua.

Neuland tiene una población de 2.000 personas, nosotros trajimos a 1.000 personas más. Entonces eso implicó un cierto desafío de logística, dónde iban a dormir los chicos, dónde iban a bañarse".

"Sobrepasaron las expectativas", concluyó Burt. "Realmente los padres se nos están acercando, y agradeciendo por el buen trato, las buenas comidas. Sumada esa experiencia de convivencia, más la de descubrir una cultura distinta, poder ir al Fortín Boquerón, eso hizo que este seminario sea distinto a los demás, pero también hizo que la gente valore su propio esfuerzo para poder llegar hasta acá".

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