Una ficción que aborda una porción de realidad recurrente: la inundación y sus efectos en la vida de la gente. Ésa es la propuesta de En Borrador... teatro en construcción,

que vuelve a presentarse hoy en Villa Romana (Gral Garay 361 y del Maestro).

Por Natalia Santos (nataliasantos@lanacion.com.py)

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Un edificio -que alguna vez fue una trattoria- desnudo, con graderías que marcan la distancia actores-público.

Ella (Ruth Ferreira) y él (Ever Enciso)... juntos y separados, desconocidos que aprenden a comprenderse y a mirarse, en el espacio en el que los reubica el agua que crece. Ellos -los actores que llevan con verdad el modo de hablar y de vivir del paraguayo a la escena- son mirados y contados por un eficaz dúo de testigos-relatores-espíritus burlones (Jorge Báez y Rayam Mussi).

La voz-música de Peter Pineda (Luis Zorrilla), un artista-locutor de Radio Esperanza, da entidad a lo colectivo y le pone cara al sueño de todos: tener posibilidades de seguir siendo quien se es.

El sonido grabado -mezcla realizada por Dahia Valenzuela- trae el cotidiano a una narración que viene con advertencias: lo que se cuenta es la interpretación de la realidad que le dan los artistas.

De la Chacarita a Villa Morra, de la tragedia personal al drama social.

¿Para qué abordar esto? Para cumplir con una de las funciones más reclamadas del teatro: hacer "visible" lo "invisible". Sacar algo de su contexto y volverlo espectáculo. Ponerlo frente a los ojos, para "molestar" al que muchas veces da vuelta la cara ante eso que ve en la tele, en la calle, a la vuelta de su casa... Eso que le afecta a "otros" está ahí frente al espectador, que también siente frío (como quien vive en un refugio de tablas) durante esa hora y minutos que dura la pieza.

Carlo Spatuzza -encargado de la dirección de arte- acompañó la propuesta escénica dirigida y ensamblada con lucidez por Paola Irún. La historia disparadora -fruto de la edición anterior de En Borrador... que se realizó con egresados de distintas escuelas de teatro- es de Manuel Alviso, quien fue asistente de dirección.

Tras meses de trabajo de laboratorio, tras el intercambio metodológico y artístico con la compañía brasilera Núcleo Bartolomenuy de Depoimentos, como corolario de la labor creadora de los integrantes del grupo: el resultado. Más allá de la forma (aunque de forma hay mucho), el contenido.

El proyecto-que cuenta con el fondo de ayudas para las artes escénicas iberoamericanas IBERESCENA a través de la Secretaría Nacional de Cultura, el Centro Cultural de la República El Cabildo, a través de la Fundación Roa Bastos y el Fondo Nacional de La Cultura y Las Artes FONDEC,- llega a las presentaciones con resultados y el borrador se convierte en obra. Y "De nuevo, otra vez y una más" cumple con el ciclo, ése que se repite infinitamente para el artista: la búsqueda-el hallazgo-la confrontación con el público... y de nuevo... una vez, y otra vez más, la pregunta que vuelve a disparar una nueva búsqueda.

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