Cleveland, EEUU. AFP
Fortalecido con su investidura presidencial republicana, Donald Trump aspira a partir de ayer a sanar las divisiones de un partido lastimado antes de enfrentar a la demócrata Hillary Clinton en los comicios de noviembre.
Trece meses después de una campaña que vio a Trump derrotar a 16 aspirantes y aplastar una terca oposición interna, el virulento magnate inmobiliario dijo que era tiempo de "ir hasta el final" y conquistar la Casa Blanca.
Fiel a su personalidad de showman, Trump aterrizó en helicóptero en Cleveland y saludó a sus seguidores, estáticos de estrechar la mano con el empresario que promete "devolver la grandeza a Estados Unidos".
Pero será su discurso del jueves el que debería cerrar con broche de oro los eventos y catapultar su candidatura a los comicios del 8 de noviembre contra la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton.
"Los años de Obama llegan casi a su fin, los años de Clinton ya están bien acabados", dijo el martes presidente republicano del Congreso, Paul Ryan.
El gobernador de New Jersey y ex rival de Trump, Chris Christie, incitó a los delegados a declarar "culpable" a Clinton de los supuestos errores diplomáticos estadounidenses en Cuba, Siria, Libia, suscitando viscerales cánticos de "enciérrenla". "El partido está unido, estamos todos aquí. Te aseguro que si encuestas este lugar, no hay ningún voto por Hillary Clinton. Eso es lo que llamas unido", dijo a la AFP Corey Lewandowski, ex director de comunicaciones de la campaña del magnate.
"La gente está preparada para un cambio inequívoco y fundamental en Washington y la persona que lo va a traer es Donald Trump", añadió.
El empresario de bienes raíces recibió una ayuda de sus hijos, en particular Donald Jr., quien ofreció una elocuente defensa de su padre, mezclando asuntos de política –inmigración, energía, seguridad– con anécdotas familiares, el toque humano del candidato.
Fue proclamado
por aclamación
Proclamado por aclamación el martes como candidato presidencial del Grand Old Party, el magnate de 70 años parece estar poniendo orden en la casa, tras meses de peleas intestinas y un último levantamiento rebelde que estropeó el inicio de la convención republicana.
La candidata demócrata Hillary Clinton, en tanto, intentará robar la atención el viernes cuando anuncie su compañero de fórmula.
Tim Kaine, senador y ex gobernador de Virginia, parte como favorito pero el suspenso se mantiene. Este hombre cercano a Barack Obama, que habla fluido español, dispone de un profundo bagaje en política exterior. A partir del 25 de julio, la ex secretaria de Estado acaparará todas las luminarias, cuando los demócratas inicien su convención en Filadelfia (Pensilvania).