Por Óscar Gómez Verdina y Cristian Meza, Enviados especiales

Velocidad, desequilibrio, desborde por los costados y, por sobre todo, contundencia. Esos valores describían al Olimpia de Fernando Jubero en el torneo Apertura. Ahora, su equipo está mostrando otra cara, aunque sigue manteniendo la velocidad del medio para arriba, está lejos de desequilibrar y desbordar por los costados y mucho más lejos de ser contundente.

Mucho tiene que ver las características de sus volantes por fuera y es un análisis que se viene haciendo desde que Alejandro Silva quedó fuera. Ayer, Olimpia extrañó demasiado a Julián y va a seguir extrañando a "Ale" Silva, porque difícilmente encuentre un reemplazante con las mismas características.

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Del medio para arriba ahora depende mucho de William Mendieta, quien en ocasiones no encuentra descarga y devolución rápida por los costados, debe trasladar el balón hasta que se generen los espacios y pierde sorpresa. Aún, por momentos, los fabrica gracias a su gran calidad técnica. Todo esto, además, hace que "Maurito" sea un náufrago arriba y tenga que esforzarse en salir a buscar el balón por los costados.

Pero sacrificar poderío o protagonismo ofensivo, por ahora al equipo de Jubero le ha dado mayor estabilidad defensiva, algo que casi siempre le faltó a los equipos dirigidos por el español, ya en Guaraní y en el semestre anterior con Olimpia.

El choque de ayer fue casi un calco de lo que pasó la semana pasada en Luque. La diferencia estuvo en que durante los primeros 25 minutos fue Olimpia el que propuso y el que se arrimaba hasta el arco de Gamarra.

De Rubio Ñu muy poco. Mario Jara dibujó un 4-1-4-1 para que Velázquez, el volante líbero, se encargue de seguirlo a Mendieta, que igual se escabulló del capitán ñuense casi siempre. El que intentaba generar era Gustavo Viera, pero siempre le costó una enormidad.

El partido comenzó a cambiar de rumbo desde el penal errado por Mendieta. Rubio Ñu se animó y se adelantó unos metros más, igual no le alcanzaba.

Casi todo el segundo tiempo, Olimpia volvió a jugar con 10 –esta vez se fue expulsado Mencia– y tuvo que volver a exigirse para ir al frente. Rubio Ñu era el que tenía más chances de llegar entero hasta el arco de Barreto, pero nunca tuvo ideas, por eso la más clara fue gracias a una larga corrida de Cristian Bogado, quien por potencia los dejó a todos en el camino, se metió al área y su tiro fue controlado por el '12' decano.

Al final fue un 0 a 0, que salvo el penal y ese remate de "Torito", tuvo casi nada para emocionarse.

Por si fuera poco, Olimpia pierde un central más para los próximos dos partidos y para el miércoles también estará sin el '10', quien ayer se retiró de la cancha contracturado.

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