Chad Bray LONDRES.

A pesar de la incertidumbre generalizada creada el mes pasado por el voto de Gran Bretaña para salir de la Unión Europea, el Banco Central de ese país decidió mantener constante su tasa de interés, aunque señaló que las presiones económicas podrían requerir un corte el próximo mes.

El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra votó 8 a 1 para mantener su tasa de interés referencial en 0,5 por ciento, donde ha estado desde marzo del 2009.

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El mes pasado, la decisión conocida como Brexit para salir del bloque de 28 naciones europeas ha ensombrecido las perspectivas de crecimiento para el Reino Unido, el cual había emergido como una de las economías más fuertes de la región después de la crisis financiera global. Ahora todo está en proceso de cambio. La votación está obligando a una nueva evaluación de la relación comercial de Gran Bretaña con el continente, de la situación de su importancia crítica de la industria de servicios financieros y del futuro de Londres como un centro comercial regional.

La incertidumbre ha sacudido los mercados financieros. Después del referéndum, la libra cayó a mínimos de hace 31 años, ya que los inversores buscaron refugio. Varios fondos de bienes raíces suspendieron retiros de dinero a medida que el pánico llevaba a los inversores a retirar su capital en efectivo. La banca, la construcción y otros grupos de acciones en Gran Bretaña fueron duramente golpeados.

Mark J. Carney, el gobernador del Banco de Inglaterra, ha citado la continua incertidumbre como un lastre importante en la economía, creando condiciones financieras más restrictivas con posibles repercusiones en toda la región. Hace dos semanas dijo que el "el panorama económico se ha deteriorado" y un recorte de tasas este verano (boreal) era probable.

Así también del problema de la incertidumbre se ha hecho eco el nuevo ministro de Hacienda, Philip Hammond, quien fue elegido el miércoles por Theresa May, esta última, nueva primer ministro de Gran Bretaña. Hammond dijo en una entrevista con la BBC el jueves que la incertidumbre estaba "dañando nuestra economía". Añadió que era necesario "enviar señales de tranquilidad sobre el futuro" para conseguir que "la inversión fluyera de nuevo en la economía del Reino Unido".

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob J. Lew, volvió a Londres el jueves para reunirse con su homólogo británico, después de reunirse con su predecesor a principios de semana. El cambio de horario de última hora refleja no solo la estrecha relación estadounidense-británica, pero el deseo global para minimizar cualquier perturbación resultante del Brexit.

El Banco Central británico volvió a advertir acerca de posibles signos de estrés después de la consulta popular. Algunas empresas estaban empezando a retrasar proyectos de inversión y a posponer la contratación de personal, mientras que la confianza del consumidor se debilitaba.

"Esta evidencia sugiere la incertidumbre que resulta del resultado de la votación y que probablemente reducirá la actividad económica a corto plazo", dijo el Banco Central, de acuerdo con las actas del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra.

Aun así, el Banco Central decidió tomar una postura de esperar y ver antes de hacer cualquier otro movimiento. El sistema financiero, se observó, parecía elástico después del referéndum, mientras que los bancos se mantuvieron en tierra firme en términos de capital.

"El Banco de Inglaterra ha decidido que la paciencia es una virtud", dijo Paul Diggle, economista de Aberdeen Asset Management.

Carney ha tratado de tranquilizar a los inversores, diciendo que el Banco Central tiene varias herramientas disponibles para estabilizar el mercado.

Disponibilizó 250 mil millones de libras, alrededor de US$ 331 mil millones, como tope para mantener el funcionamiento del sistema. El Banco Central también ha reducido la cantidad de capital que los bancos deben mantener en reserva, lo que permitiría, en teoría, prestar más a consumidores y empresas.

En la antesala de la decisión de la tasa, una serie de economistas y analistas había pronosticado que el banco reduciría la tasa en 25 puntos, particularmente a la luz de los comentarios anteriores de Carney. También había una creencia de que el comité podría aumentar el tamaño del programa de compra de bonos del banco, una política conocida como flexibilización cuantitativa, que inyecta dinero en la economía y ayuda a mantener bajas las tasas.

Pero el Comité de Política Monetaria, por ahora, votó para mantener esas dos herramientas principales en reserva.

Además, el Comité de Política Monetaria votó a favor de mantener el programa de compra de bonos en el mismo nivel de 375 mil millones de libras, como lo ha sido durante los últimos cuatro años.

"El comité había tomado en cuenta la evidencia de que los mercados habían seguido funcionando con eficacia durante todo el período", dijo el Banco Central. "La resistencia general del sistema financiero del Reino Unido, y la flexibilidad del marco reglamentario, habían permitido que el impacto del resultado del referéndum fuese amortiguado antes que amplificado".

Los próximos pasos dependerán de los datos.

Se espera que el Banco Central dé a conocer en agosto su pronóstico actualizado por inflación, una medida importante para las decisiones de política monetaria. Asimismo, se mantendrá vigilante acerca de la dimensión en que, después del referéndum, la actividad económica se desacelere, abarcando desde la construcción de viviendas hasta la contratación de personal.

Uno de los miembros del comité, Gertjan Vlieghe, ya sentía que estaba justificado un corte, apuntando en parte a las "perspectivas de inflación a medio plazo, incluso teniendo en cuenta el aumento de los niveles inferiores de la libra esterlina". Y el comité ampliamente sugirió que un recorte de tasas probablemente tenga lugar el próximo mes.

"Cualesquiera que sean los méritos o deméritos económicos de recortar las tasas de interés en esta coyuntura, la falta de una dirección clara es más probable que agregue incertidumbre económica y, por lo tanto, sea perjudicial para la demanda y la economía", dijo Angus Armstrong, director de macroeconomía en el National Institute of Economic and Social Research.

Siga a Chad Bray en Twitter: @Chadbray. Alison Smale contribuyó en este reportaje desde Berlín.

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