POR MARTÍN VILLAGRA

Cerro Porteño ahonda su crisis. Desde anoche interina Gustavo Florentín tras la destitución del técnico Gustavo Morínigo, cuyo ciclo se acabó. Fueron dos fechas del torneo Clausura sin victorias y con solo un punto.

El flojo rendimiento hizo crecer el descontento de la hinchada. La impaciencia de la dirigencia llegó a su límite. Las fuerzas y las ganas no se acompañaron con el volumen de juego necesario para llenar las necesidades de triunfo.

Nacional, que comenzó con dudas, sobre el final tuvo chances para liquidarlo. Es más, la Academia estuvo cerquita de matar de contragolpe y transformar una victoria ante un rival ansioso, que terminó confundido con diez por la expulsión de Rodrigo Rojas.

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distintas. Veloz, pícaro e inteligente, sobresalió sobre sus compañeros. Lo cambiaron cuando mejor estaba jugando, otra cuestión sin sustento y explicaciones.

Cerro se lanzó a la aventura y quiso devorarse a un Nacional que lentamente fue asentándose en la cancha. El golazo de Luis Leal hizo crecer las esperanzas azulgranas. Fue un bombazo de zurda, de otro partido.

La ventaja duró solo cuatro minutos. Otra vez, la defensa de azulgrana se complicó y no pudo sacar un balón bombeado el área, que en la boca de arco conectó David Mendoza para poner la paridad.

En el complemento, Cerro se quedó con diez por la expulsión de Rodrigo Rojas, además se expuso al límite. Leonardo Villagra tuvo en sus pies el triunfo, pero por muy poco salvó Antony Silva. Romero también puso convertir y salvó Raúl Cáceres.

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