Nice, Francia | AFP.

Los vivos no querían soltarles las manos. Sabían que estaban muertos pero se agarraban desconsoladamente a ellos tras la masacre.

Horas después del horror sufrido por las familias que se habían congregado para ver los fuegos artificiales de la fiesta nacional francesa en el paseo de los Ingleses de Niza, los cadáveres yacían en el mismo lugar donde cayeron tras ser arrollados por un camión. Muchas personas estaban sentadas junto a los cuerpos, a veces solas, otras en pequeños grupos de familiares y amigos. Algunos recibían gestos de consuelo de desconocidos.

Y una víctima, un niño que como a otros muchos se le permitió trasnochar para asistir al espectáculo, yacía sobre el asfalto con una muñeca a su lado.

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"Uno querría pensar que estando allí se podría hacer algo para ayudar", dijo el actor Tarubi Wahid Mosta, que trató de echar una mano. "Pero éramos inútiles". Mucho después del amanecer, los muertos seguían esparcidos por el paseo marítimo debajo de sábanas blancas y azules. "Todas estas familias que ya han pasado mucho tiempo a su lado probablemente -dado el horrible número de muertos- permanecerán horas en el suelo agarrados a las frías manos de cuerpos desmembrados por el camión. No se puede hablar con ellos o reconfortarlos", escribió hace horas el actor en Facebook.

Tras una noche de poco sueño y muchas lágrimas, a la ciudad le costó aceptar el horror. Sin embargo, la gente empezó a depositar flores.

"Esto es lo más duro, sentirse inútil en un momento tan horrible".

Una de las fotografías que colgó muestra a una mujer con velo arrodillada junto a un cadáver. "En medio de todo esto hay una familia musulmana (verdaderos musulmanes), uno de cuyos miembros no escapó a este camión loco", dijo. "Una vez más todo el mundo ha resultado afectado, creyentes o no". En el exterior del hospital de Niza, una familia dijo a los reporteros que su madre, musulmana devota, fue la primera de las 84 víctimas del camión.

Niza es una ciudad que ama la diversión. Fue construida en gran medida para entretener a la aristocracia europea y los industriales que pasaban el invierno en la Riviera francesa en el siglo XIX. Su carnaval es el tercero más importante del mundo, después de los de Venecia y Rio.

Los fuegos artificiales del 14 de julio son otra gran ocasión para una salida familiar. Entre los muertos hay 10 niños y adolescentes. Otros más figuran entre los 50 heridos que están "entre la vida y la muerte", según el presidente francés François Hollande.

Camión de 19 toneladas avanzó arrollando a la gente

En el momento del drama, cientos de personas acababan de presenciar en el paseo de los Ingleses, la rambla costera de Niza, los fuegos artificiales con motivo del aniversario de la toma de la Bastilla. El vehículo de 19 toneladas, alquilado el 11 de julio, avanzó arrollando a su paso a la gente y el conductor disparó varias veces, hasta que fue abatido por las fuerzas de seguridad. "Cambió de trayectoria al menos una vez", según la policía, lo que significa que "claramente trató de causar un máximo de víctimas".

"Escuché un 'bum', me di la vuelta y vi el camión acelerando, y cuerpos que salían disparados", contó Najate, una vecina de Niza de 52 años que presenció la escena. "Había gente triturada por las calles. Dos pequeños de 8 y 9 años murieron al lado de nosotros" ante los ojos de sus padres, explicó Bachir desde un hospital de Niza a la AFP.

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