El intendente de Asunción Mario Ferreiro tuvo como parte de sus actividades del día visitar a los familiares de los procesados por el caso de la masacre de Curuguaty. Señaló a los medios presentes que "hay que tener en cuenta que ante las innumerables irregularidades esto puede marcar un antecedente negativo para el país".
Manifestó su postura de forma pública porque "como ciudadano me indigna que la acusación se base en hechos no concretos y los inocentes terminan pagando", dijo.
El intendente agregó que no puede ser que se corte siempre el hilo por el lado mas débil, entre algunos de los puntos sobre el caso, señaló que las "escopetas famosas nunca fueron disparadas, los acusados no tuvieron posibilidad de defenderse".
De esta forma da su apoyo y se suma a un grupo de jóvenes que están en manifestación frente al Palacio y también repudian la "parcialidad manifiesta" de los investigadores.
Absolución
Víctor Azuaga, abogado defensor, señaló a la 970 AM que con las armas incautadas se logró demostrar que no fueron disparadas y por ende los campesinos no dispararon. Es por eso que se "debe dar la absolución, ya que la Fiscalía no ha podido determinar la culpabilidad", agregó.
Adelantó que recurrirán a los estrados internacionales en caso de no lograr su objetivo este lunes, atendiendo a que son evidentes las irregularidades en todo el proceso.
No hay evidencias
Por otra parte, el viceministro de Seguridad, Jalil Rachid, quien llevó primeramente la causa de la llamada Masacre de Curuguaty, admitió que no existen evidencias balísticas que avalen que el principal acusado, Rubén Villalba, haya disparado la escopeta que acabó con la vida del comisario Erven Lovera, pero que testigos precisaron que el campesino inició la balacera.
En conversación con la 970 AM, el exfiscal del caso, sostuvo que en el juicio se evitó mencionar varios elementos que sindican a Villalba como responsable de la masacre.
Señaló que los "mejores" peritos del país no pudieron demostrar con qué calibre y con qué arma Villalba disparó las balas que impactaron en Lovera o en los otros cinco policías que murieron. "Sin embargo, hay testigos que sostienen que el campesino disparó su escopeta y huyó del lugar", indicó.
Rachid, remarcó que solo uno de los seis policías fue asesinado con un arma de fuego calibre 38, el resto murió con balas de una escopeta. En todo momento, el Viceministro de Seguridad insistió que los 11 acusados merecen la condena que hoy conocerán.