Sin dar ninguna opción a su rival, la estadounidense uno del mundo, Serena Williams, no dejó escapar el tercer Grand Slam de la temporada y ayer celebró su séptima corona de Wimbledon en la pista central del All England Club, con un soberbio 7-5, 6-3, ante la alemana Angelique Kerber, igualando además la marca de 22 grandes de Steffi Graff.
"Es maravilloso estar aquí. Gracias a mi familia, a mi equipo, a mis amigos y a Angelique; me encanta jugar con ella porque siempre me exige a desplegar mi mejor tenis. Siento que la pista central es como mi casa y estoy muy feliz", dijo, visiblemente emocionada, Serena tras recibir el trofeo que la acredita como la mejor de Wimbledon.
La uno del mundo no solo celebró en singles, ya que junto con su hermana Venus ganaron por sexta ocasión el título de dobles tras imponerse en la final a la pareja formada por la húngara Timea Babos y la kazaja Yaroslava Shvedova por 6-3 y 6-4, y es la cuarta vez que Serena se anota ambas coronas en la misma edición, antes lo logró en el 2002, el 2009 y el 2012.
FINAL DE VARONES
En una inédita definición en varones, hoy desde las 9:00, el anfitrión Andy Murray, por primera vez en su carrera sale a la final de un Grand Slam como máximo favorito buscando celebrar con su segundo título de campeón en Wimbledon ante el canadiense Milos Raonic, primer tenista de este país en anotarse en la final de un Grande. Esta final, es además la primera desde el 2002 en la que no estarán el serbio Novak Djokovic, el suizo Roger Federer o el español Rafael Nadal.