Por Cristóbal Nicolás Ledesma Salas, Periodista del Grupo Nación de Comunicaciones

Vicente del Bosque, múltiple campeón como futbolista y director técnico, terminó su ciclo como seleccionador de España y en medio de tantos acontecimientos, tras la eliminación de su seleccionado de la Eurocopa, resaltó su reunión con Iker Casillas, también con un notable palmarés, a quien pidió disculpas y luego señaló, públicamente, "me equivoqué con Iker".

No decimos que con el excelente golero de titular el resultado hubiese sido otro para la Roja, lo que queremos llevar adelante en este comentario es sobre el gusto futbolístico, la apuesta por otro, o simplemente una necesidad del ego de sacar a un idolatrado para dejar una marca o poner a otro, aún sin el resultado esperado.

Nos pasó recientemente, y a la inversa, con Ramón en la inclusión de Iturbe de quien no dudamos cuenta con buenas condiciones para ser seleccionable. Claro que el momento del futbolista no ameritaba contar con una mayor oportunidad que otros que estaban con un ritmo de juego acorde a una competición tan importante como la Copa América.

La apuesta de un técnico, que por su vivencia diaria conoce mejor a su plantel que cualquiera de nosotros, seguirá siendo motivo de discusión en este fantástico mundo del fútbol. Si el hoy mejor jugador del mundo es criticado y causa una debacle en el país vecino…

El exitismo nos pone en papel de jueces constantes y un jugador o un equipo es el mejor o el peor dependiendo de un resultado. Decimos que Argentina fracasó, pero también afirmamos "qué bien juega Chile", señalamos que Alemania fracasó, pero ponderamos "el equipazo de Francia". Hay una frase hecha que Argentina, Brasil, Alemania o Italia deben ganar siempre. Los cuatro no lo han hecho en estas dos competiciones que acaparan la atención del mundo (la Copa América y la Eurocopa). Y aún haciéndolo, hubiésemos tenido por lo menos un par de fracasados.

Los detractores de Martino dicen de él fracasado por no haber coronado con el título su incursión en el Barcelona o la selección albiceleste. Pero los mismos que afirman ello también ponderan al Real o el Atlético o a Chile! Cuánto daríamos por ser segundos; iríamos a los mundiales siempre o estaríamos siempre cerca de pelear por un título. Ojo que mi preferencia, para técnico albirrojo, no pasa hoy por el "Tata", aunque sea el extranjero que mejor conoce nuestro fútbol.

Comenzó el segundo campeonato donde Rubio Ñu jugó mejor (para mi gusto) pero ganó Guaraní, Kerber hizo un partidazo, pero la que ganó en Wimbledon fue Serena Williams, Rosberg nos entusiasma a todos con su manejo, pero el que gana es Hamilton. Y así podemos dar otros ejemplos que pueden marcar la "injusticia" en el deporte o la afirmación de la existencia de un "algo" que descubrir todavía para alcanzar la gloria.

Del Bosque o Joachim Low podrían ser buenos técnicos en la Albirroja o porque están entre los "fracasados" no nos darían buenos resultados? Y ojo que estos profesionales siempre tendrán sus jugadores preferidos con los que no siempre estaremos de acuerdo.

Todo esto me lleva a concluir que deberíamos ensanchar nuestro margen para definir al fracaso tras una victoria o una derrota. Y más si pesa en nuestro análisis nuestro gusto futbolístico y no el del técnico que define el camino a seguir.